Diez planes para una Semana Santa distinta en Barbanza

Celia Riande García
C.Riande RIBEIRA

BARBANZA

Marcos Rodriguez

Más allá de los actos religiosos, los días libres se convierten en una ocasión fantástica para probar la variedad de planes que ofrece la comarca

26 mar 2023 . Actualizado a las 20:13 h.

Deporte, ocio o gastronomía son algunos de los puntos fuertes de la zona para que, haga frío o calor, los días libres se conviertan en experiencias inolvidables. Asimismo, la salvaje naturaleza de la comarca no deja de ser un atractivo en sí mismo, que se suma a una oferta cultural que atrae a toda la familia. Por ello, los días de Semana Santa se convierten en la ocasión perfecta para conocer aquellos tesoros con los que cuenta Barbanza, a los que no siempre se le presta la atención que merecen.

1. caminos

A Orixe

La comarca barbanzana cuenta con sus propios caminos para llegar a Santiago de Compostela. De hecho, la ruta de A Orixe, que tiene su punto inicial en el faro de Corrubedo y que recorre más de 120 kilómetros de recorrido, se compone de 5 etapas que discurren por los ayuntamientos de Ribeira, A Pobra, Boiro, Rianxo, Dodro y Padrón, hasta que se entronca con el Camino Portugués para acabar en la Praza do Obradoiro, a los pies de la Catedral.

Se le suma la de Portus Apostoli, que conecta al municipio noiés con la catedral y demuestra la utilización del puerto de Noia como vía de entrada de peregrinación hacia Santiago de Compostela.

CARMELA QUEIJEIRO

2. museos

Artes

Venga como venga el tiempo, los museos barbanzanos son un buen plan para absorber conocimientos en los días libres. El Museo do Gravado de Artes es quizás el más significativo de la comarca, y expone actualmente la muestra Nós somos elas, un conjunto de retratos de 24 mujeres poetisas contemporáneas.

Asimismo, el tiempo libre es una excelente ocasión para visitar la gran variedad de museos y espacios culturales que presenta la comarca, entre los que destaca el Museo Valle-Inclán, Marea (un museo a la memoria marinera), o la casa de Manuel Antonio en Rianxo.

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3. gastronomía

Autóctona

La Semana Santa es una ocasión fantástica para disfrutar de aquellos platos que componen la gastronomía autóctona barbanzana. Un ejemplo de los que se pueden degustar durante prácticamente todo el año es la empanada de berberechos con concha de Rianxo y Noia, aunque para un toque dulce no hay nada mejor que el bandullo o calleiro, un pudin de pan, o la conocida tarta de San Ramón, donde el chocolate y los frutos secos se convierten en protagonistas.

monica ferreiros

4. parques naturales

Salvaje

Si hay algo que destaca en la comarca es su naturaleza salvaje. El Parque Natural de Corrubedo, por ejemplo, es una auténtica maravilla para visitar durante cualquier momento del año. Destaca por la gran variedad de hábitats que conviven en un territorio relativamente reducido y por contar con la duna más grande del noroeste peninsular, convirtiéndose en un auténtico espectáculo para la vista.

La zona cuenta además con el tesoro del Parque Nacional das Illas Atlánticas. Pese a que no exista un servicio de transporte marítimo público, existen navieras privadas que permiten acceder a la isla de Sálvora desde Barbanza, como la que sale desde Aguiño.

Marcos Rodriguez

5.miradores

Sin aliento

Barbanza cuenta con numerosos puntos desde los que la vista es un espectáculo. Haga frío o calor, puntos como el Monte da Muralla, en Rianxo, el alto del Monte Pindo, en Carnota, o el mirador de la Garita, en Ribeira son de obligada visita, y se han convertido en los fondos más codiciados a la hora de posar en instantáneas para las redes sociales. 

Otro tipo de vistas presentan las fervenzas de la comarca, que pueden ser admiradas desde distintas perspectivas. Destacan, entre otras, las de Cadarnoxo, en Boiro, Ribasieira, en Porto do Son, o Toxosoutos, en Lousame. En el caso de Mazaricos, son tres las cascadas a observar: la de Chacín, la de Noveira y la de Locaia.

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6. turismo marinero

Esencia

Si hay algo que caracteriza a la zona, eso es su identidad marinera. Por ello, visitar sus lonjas y mercados es una excelente forma de conocer más de cerca uno de los motores económicos y culturales más importantes de la zona y de valorar a quienes trabajan en el mar. 

Asimismo, esta Semana Santa abre sus puertas el nuevo punto de atención marinera, en el puerto de Portosín, que conjuga perfectamente la dignificación y visibilización de redeiras y pescadores, así como el resto de trabajadores portuarios, con la información turística del Concello.

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7.molinos

Tradición

Uno de los legados más curiosos con los que cuenta la zona de Barbanza son sus antiguos molinos. Los del paseo fluvial de Ponte Goiáns o los molinos de Amendo, en Ribeira, son llamativos, pero la ruta del río Te, en Rianxo, permite ver hasta 40 restos distintos de esta desconocida joya de Barbanza.

Especialmente llamativo es el caso de Carnota, donde la asociación Xurde Caldebarcos restauró en esta parroquia media docena de molinos situados en el entorno del regato Amil.Sin embargo, El Pozo do Cachón, en Muros, es considerado por muchos el molino por excelencia de Barbanza. 

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8. castros

Patrimonio

El legado arqueológico de la comarca se ha convertido en, probablemente, uno de sus mayores tesoros. Pese a que el castro de Baroña sea el más conocido, el de A Cidá, en Ribeira, es fundamental para indagar en la historia de la zona. En cualquier caso, tanto los castros como el resto de restos arqueológicos con los que cuenta la comarca se pueden convertir en un plan cargado de aprendizaje para toda la familia.

De hecho, en el caso del Museo Aberto de Carnota, la visita se puede complementar con una detallada información recogida en su página web sobre cada resto arqueológico, contando con maquetas en tres dimensiones que recrean y señalan  sus patrones y formas.

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9. faros

Icónicos

El símbolo que marcaba la dirección con su luz es hoy un elemento emblemático y protagonista de diversas rutas. En concreto Carnota, Ribeira y Muros son los tres municipios de la comarca que cuentan con vigías del mar. Su entorno y su belleza los convierten en una fuente de atracción de visitantes, pese a que ninguno se pueda ver por dentro.

Especialmente curiosos son los que se han rehabilitado convirtiéndose en alojamientos turísticos, como en el caso del faro de Lariño, que se ha transformado en un hotel de lujo.

En cuanto al más desconocido de Barbanza, el faro de la isla de Rúa, en Ribeira, se lleva el premio.

10. barcos

Navegación

Si hay un plan único que se puede llevar a cabo en Barbanza, quizás sean las embarcaciones únicas que están abiertas al público para vivir una experiencia inolvidable a bordo. Un ejemplo es el transoceánico Tokio, amarrado en el puerto de Cabo de Cruz, que se puede alquilar para salir a navegar en grupos supervisados. 

En el caso del balandro Joaquín Vieta, el más antiguo de toda Galicia, se pueden comprar tiques mediante su página web para apreciar la ría de Muros y Noia como nunca antes.