«Que me operen aquí o en Betanzos, pero que me operen porque no veo y tengo que cuidar a mi mujer con alzhéimer»

BARBANZA
Al ribeirense José Antonio Romero lo iban a intervenir de cataratas y glaucoma en 15 días, pero lleva cinco meses esperando y aún no lo han llamado
01 oct 2023 . Actualizado a las 11:14 h.El que espera desespera, y más todavía si comprueba que va pasando el tiempo y cada vez está más ciego. Esto es precisamente lo que le sucede a José Antonio Romero, un ribeirense de 75 años que tiene cataratas y un glaucoma de los que le dijeron «que me iban a operar en 15 días y llevo cinco meses esperando». El problema aún se enrevesa más si se tiene en cuenta su situación personal: «Mi mujer tiene alzhéimer y soy yo el que tiene que atenderla para todo, ahora casi no veo y hago mucha falta en casa».
Todo comenzó el año pasado, «cuando notaba que me estaba faltando la vista. Fui a urgencias y me miraron y me dijeron que ya me darían día y hora para el especialista, que fue quien me dijo que había que operar». Hasta ahí todo bien, porque lo citaron en el hospital de Barbanza para hacerle las correspondientes pruebas para comprobar que era apto para la intervención, y él confiaba en que se iban a cumplir las previsiones que le había dado la doctora que lo atendió. Pero empezó la pesadilla y fueron pasando los días, las semanas y los meses... y nadie lo llamó.

«Ya sabemos todos como funciona lo de las listas de espera: suben a unos, bajan a otros. Dos compañeros míos que estaban en la misma sala que yo, ya los operaron al mes y medio. Yo, que tenía que estar listo en dos semanas, según la doctora que me hizo hacer todas las pruebas del corazón, analíticas y demás, llevo cinco meses esperando». Por si esto fuera poco, la medicación que le recetaron le sienta fatal, «y me salen unos granos en la cabeza y no me dan otra cosa. Me dijeron que hay que sufrir un poquito, que enseguida me iban a llamar».
José Antonio Romero siempre se ha considerado un luchador —«porque la juventud de ahora pasa de todo»—, y sabe perfectamente lo que es pelear para ganarse el pan, puesto que comenzó a trabajar con solo 13 años. Por eso, con él no va lo de quedarse de brazos cruzados y comenzó a tocar en todas las puertas para que acelerasen su intervención.
Valedora do Pobo
Además de acudir al hospital a poner varias reclamaciones para intentar que lo atendieran, también llevó su caso a la Valedora do Pobo a la que envió su queja el pasado mes de julio, recibiendo la correspondiente contestación a principios de este septiembre. Desde el departamento que dirige María Dolores Fernández Galiño se pusieron en contacto con la Consellería de Sanidade, organismo que explicó que el paciente «foi incluído en lista de agarda para tratamento cirúrxico de glaucoma+catarata cunha prioridade 2. Segundo as previsións actuais, sería intervido posiblemente ao longo do mes de agosto, en cumprimento da indicación médica disposta no referente a prazos».
A todo ello también se añade en la respuesta a la Valedora do Pobo que, para una valoración más específica, el caso será comunicado al especialista que recomendó la operación, «unha vez que se incorpore do período de vacacións no que se encontra actualmente».
Con estos papeles en la mano, José Antonio Romero ve que ya se han cumplido todos los plazos pero a su teléfono nadie llama para que lo operen, por lo que su paciencia hace tiempo que se agotó. «Me da igual que me operen aquí o en Betanzos, pero que me operen porque no veo y tengo que atender a mi mujer con alzhéimer. De un ojo ya no veo, y del otro solo un 40 o un 50 %, que es lo que me da la vida».
El ribeirense critica que las personas mayores están olvidadas por todas las Administraciones, «y aquí nadie se preocupa de nosotros. Cuando se trata de las votaciones, mucho caso nos hacen, pero una vez que cogen la silla y la poltrona, no se enteran del pueblo. Después de todo lo que hemos trabajado y sufrido, ahora quieren anular a los viejos», denuncia.