La cantante urbana que empodera a otras mujeres con su estilo directo: «Dinme que o hip hop é para homes»

Laura Ríos
Laura Ríos RIBEIRA

BARBANZA

La barbanzana, durante la grabación de su canción «Tremendo Flow» con el productor Nando Llon.
La barbanzana, durante la grabación de su canción «Tremendo Flow» con el productor Nando Llon. CEDIDA

La pobrense empezó a crear sus propios temas durante los meses de cuarentena del año 2020

04 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Una baja autoestima puede ser la horma en el zapato de cualquiera. Mirarse al espejo y no encontrar más que un amasijo de carne y huesos que se mira a sí mismo con desdén en vez de con el hambre voraz que caracteriza a alguien exitoso puede frenar en seco una carrera profesional, dejándola en aquello que pudo ser y nunca sucedió.

Esta sensación de poco o ningún amor propio se multiplica en las mujeres, a las que los estrechos roles sociales llevan asfixiando demasiado tiempo. Por eso ver a cantantes como María Santiago tirar rimas directas, o más bien afiladas como lanzas, puede ser un punto de inflexión en el día de una chica joven a la que le hace falta que le recuerden que puede con todo. Aunque quizás no lo digan de forma directa, en esa idea se basan las letras de la artista pobrense, que empezó a experimentar con la música en el período de cuarentena: «Falei coas miñas amigas e fixemos un videoclip, todo feito cun teléfono móbil, empezou coma un pasatempos e collinlle o gusto».

Su idilio con las melodías y las letras empezó, por el contrario, mucho antes, cuando ya en su infancia y adolescencia se dio cuenta de que era una loca del rock. «Sempre me gustaron grupos como Extremoduro ou Marea, pero cando me lancei decidín probar co rap e o reguetón, paréceme que son estilos que igual non esixen tanto».

Para la barbanzana es importante que cuando alguien saca temas nuevos el tejido cultural de cada municipio sepa hacer un sitio a los artistas emergentes así como tejer una red en la que quepa todo el mundo. Ese fue su caso cuando empezó, pues fue ayudada por Cuervo, el mítico guitarrista de la banda, también pobrense, Forraje, así como por los chicos del grupo Golpe Radical. Piensa que el apoyo más grande que ha tenido y sigue teniendo hasta ahora es el de su productor, Nando Llon, que la ha guiado a la hora de profesionalizarse: «Antes collía as bases de internet e cantaba, agora vou ao estudo e traballo con el para conseguir unha melodía diferente».

Oídos sordos

Esta evolución natural que se da en todo artista que se precie a veces no es entendida por todos los usuarios que se pasan por su sección de comentarios en Youtube, aunque eso a la cantante le da cada vez más igual: «Unha vez gravara nun bar cuns amigos e inviteinos a todos a picar algo en agradecemento pola súa axuda e a xente andaba a dicir que os explotaba por comida. Hai persoas con demasiado tempo libre, no fondo, ata me dan pena». Estas no son, ni mucho menos, las perores palabras que le han dirigido a la barbanzana desde que metió el pie en la música.

En respuesta a sus rimas directas algunos usuarios le han contestado con artillería machista del siglo pasado: «Dinme que o hiphop é para homes, que as mulleres temos que cantar pop, que é un xénero máis suave». Toda esa gente que la critica no solo por su forma de componer sino también por su físico o su forma de vestir, lejos de ser una fuente de estrés para la arista, se convierte en una especie de combustible que la hace querer sacar más música con la firme intención de hacerles perder los estribos: «Son unha persoa botada para adiante, a miña mensaxe é clara, todo o mundo pode facer o que queira».

Su irreverencia también se ve reflejada en los pequeños gestos, como sustituir los coches de alta gama que suelen salir en los videoclips por un automóvil común y corriente, como el Citroën C3 que protagoniza uno de sus primeros temas, Hasta arriba. Otro detalle es el papel de sus amigos varones, a los que pone a limpiarle la carrocería sin camiseta con el objetivo de criticar como la sociedad cosifica a las mujeres. «Se a nós nos tratan como a obxectos sexuais por que a eles non?», pregunta con sorna.

Sobre la realización de estas piezas audiovisuales, confiesa que no gana ni un euro al publicarlas y que, de hecho, suponen una fuente de gastos bastante importante a final de mes: «En todos os pasatempos invistes algo». Lo que tiene claro es que ni las facturas ni los malos comentarios van a parar su ganas de hacer música, que siguen «tan vivas como o primeiro día».