La elaboración de unos nuevos pliegos podría demorarse al menos tres años
27 ene 2024 . Actualizado a las 18:05 h.Hacía años que se venía advirtiendo de que el final de la concesión estaba próximo y había que hacer algo al respecto, pero llegó septiembre del 2023 y el contrato de gestión de la planta de basuras de Servia caducó sin que la mancomunidad Serra do Barbanza lograse elaborar los pliegos para convocar un nuevo concurso. Esto supuso una prórroga automática del servicio con la empresa que lleva veinte años encargándose de las instalaciones de compostaje, y tres meses después el contrato sigue en precario y sin visos de un acuerdo que regularice la situación.
La prórroga forzosa implica una actualización de los precios y pagar por facturación, lo que repercutirá en mayores gastos para la mancomunidad. Se ha llegado a esta situación ante la falta de acuerdo entre Serra do Barbanza y concesionaria, FCC, para pactar una prórroga, y no parece que el acuerdo en torno a esta cuestión esté próximo. Al menos, no ha trascendido nada sobre las negociaciones. En la última reunión de los alcaldes que forman la entidad supramunicipal este asunto ni siquiera figuraba en el orden del día, y lo último que se supo es que la mancomunidad ofreció a la compañía una ampliación del contrato por dos años que esta rechazó.
De lo que sí se habló en esa reunión fue de la situación económica y de la deuda contraída con FCC, tanto de los últimos veinte años como de los dos primeros meses de las certificaciones mensuales fuera de contrato una vez caducado este, un aspecto que históricamente ha sido fuente de conflictos y que será uno de los escollos a sortear en busca de una salida pactada.
Dos años
Fuentes de Serra do Barbanza hablan de una «situación transitoria» mientras no se alcanza un acuerdo con FCC, pero está por ver cuánto se prolonga. Mientras, como denunciaba el comité de empresa hace unos días, las instalaciones siguen deteriorándose.
La oferta de una prórroga pactada de dos años de duración no era casual, ese es el tiempo que estima la mancomunidad que necesitará para elaborar los pliegos para sacar de nuevo la concesión a concurso público.
Sin embargo, el comité de empresa considera este plazo demasiado optimista, y apunta que, en el mejor de los casos, es difícil que pueda licitarse de nuevo el servicio antes de tres años. En este sentido, señalan que antes de sacar a concurso un nuevo contrato, las instalaciones de Servia deben adaptarse a la nueva directiva europea de residuos «e para iso é preciso elaborar un proxecto e neste momento non hai nada feito».
Los representantes de los trabajadores tienen claro que los plazos que baraja la mancomunidad no son realistas: «No mellor dos casos, e con unha xestión áxil que ata o de agora non existiu, farán falta tres anos mínimo para unha nova licitación».
Hay una moratoria hasta el 2030 para que las instalaciones se adapten a la nueva normativa europea, pero en el comité de empresa no son demasiado optimistas: «Se seguimos igual, imos chegar ao 2030 sen nada feito».
Por lo pronto, los alcaldes volverán a reunirse a principios del mes de marzo y se prevé que en ese encuentro de trabajo se adopten ya algunas decisiones sobre el futuro de la planta.