















Antiguos compañeros de filas en las instalaciones militares del monte Iroite celebraron un reencuentro
20 abr 2024 . Actualizado a las 18:45 h.Casi cuatro décadas, media vida, es el tiempo que ha transcurrido desde que un grupo de jóvenes procedentes de distintos puntos de la geografía española unieron sus caminos en la base militar situada en la cima del monte Iroite. El Escuadrón de Vigilancia Aérea 10 (EVA-10) creó un vínculo entre ellos que 39 años después sigue vivo, como quedó en evidencia este fin de semana. Un total de 36 de aquellos chavales que coincidieron haciendo el servicio militar en el Ejército del Aire se reunieron para recorrer las estancias que ocuparon a mediados de la década de los 80.
La mayor parte de ellos no habían vuelto a tener contacto hasta ahora, pero el empeño de algunos de ellos, como Ramón Senlle, organizador principal del reencuentro, logró reunirlos de nuevo. A través de las redes sociales y de los contactos que algunos de ellos mantenían lograron crear un grupo de 54 personas. No todos pudieron estar en la base del EVA-10 esta vez, pero 36 de ellos, la mayoría gallegos, pero otros procedentes de Asturias o de Aragón, no se perdieron la convocatoria. En la cima del Iroite fueron recibidos por el comandante del escuadrón, que les guio por pasillos y habitaciones que ellos ya conocían bien. Un ejemplo es el de José Ángel Tarrío, Pirri, que volvió a ponerse detrás de la barra en la que ejerció de camarero y atendía a sus compañeros de promoción allá por 1985.
Para despedirse de la base del EVA-10, los asistentes a la visita vivieron un emotivo momento al volver al entonar el himno del Ejército del Aire. De allí pusieron rumbo al restaurante O Trapeiro, donde cerraron la jornada con una animada comida.