Un chaparrón y personas a montones en los San Juerguines

Iago rodríguez / M. G. RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

El ánimo de la multitud estuvo por las nubes en la décima edición de la fiesta

18 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Cientos de personas salieron ayer a las calles de A Pobra con ganas de diversión y preparadas con pistolas de agua, cubos, globos y hasta sulfatadoras. Todo para disfrutar de una de las fiestas más esperadas del verano en Barbanza, los San Juerguines.

Como cada año, la villa pobrense se abarrotó de una muchedumbre con los ánimos por las nubes. La música comenzó a las 13.30 con la sesión vermú, cuando sonaron los ritmos del grupo Mekanika Rolling Band y los temas del pinchadiscos Yaguito Buenrollito. A medida que avanzaba la tarde, más personas se unían a la celebración, en la que se pudo ver tanto a vecinos como a visitantes que no podían dejar pasar la oportunidad de volver a vivir la fiesta. «Vengo todos los años con mi familia, para mí A Pobra es lo mejor y aquí siempre lo pasamos genial», contó Elisabeth Sicon, una estadounidense con familia gallega que lleva más de 40 años mojándose en los San Juerguines.

Llegadas las 16.30, comenzó el plato fuerte, la Festa da Auga, en la que se libró una auténtica guerra para mojar a cualquiera que pisase la plaza Maior, en la que lo extraño era encontrar a alguien mínimamente seco. Desde ese punto, la multitud inició su rumbo hacia la playa de Os Areos, y por el camino se empaparían tanto por los cubos de agua que los vecinos lanzaban sin parar desde sus balcones y por las grandes mangueras que manejaba el personal de Protección Civil.

A las 18.00, comenzó otro de los momentos más esperados del día, las Olimpíadas Pincheiras, donde representantes de las diferentes peñas presentes compitieron en una amplia variedad de juegos populares, que en este año incluyeron dos nuevos.

Las novedades

El más esperado de estos fue el de O último pincheiro en pé. «Hay un participante por peña y consiste en ser el último en caerse de una colchoneta con barridos giratorios que sobresalen del centro de esta», explicó Noa Varela, una integrante del comité organizador.

Para culminar la larga jornada de fiesta, a partir de las 22.00 estaba previsto que la multitud moviese el esqueleto y sacase sus mejores pasos de baile en la Festa Rachada. Los encargados de poner la música eran Planet Discomóvil y los disyoqueis Tito Maverick y Mateo Abelleira.