¿Y si tú eres el plasta?

Emilio Sanmamed
Emilio Sanmamed LIJA Y TERCIOPELO

BARBANZA

Imagen de la calle peatonal de Ribeira
Imagen de la calle peatonal de Ribeira CARMELA QUEIJEIRO

10 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Me para una señora melancólica en la peatonal —me pregunto si algún día escribiré un artículo donde no salga ni una señora ni una peatonal— y se detiene a mirar a mi hija. Se nos adhiere otra chica que nos habla amigablemente y se marcha. La señora, desde su melancolía, dice: ¡Menos mal que se fue, que esa es una pesada! Y, no sé por qué, eso me hizo pensar en cuántas veces habré sido yo el pesado.

Yo he dado la brasa con José Mourinho, con la Ilíada, con las sentadillas… Yo digo «cómo llueve» cuando llueve mucho, también «hasta el año que viene» en Nochevieja y explico cómo tomar las uvas cuando suenan los cuartos. Yo me quejo de que la música de ahora no es música. Yo le enseño fotos de mi hija a todo el mundo. Yo hablo de política con los camareros y en el centro de salud me quejo de cuantísimo padezco. Yo soy un experto, que lo leí en la Wikipedia. Y si vamos a comer sushi, yo reivindico la tortilla. Espera, Paco, que aún no te he contado cómo arreglar la elevada deuda pública con tres sencillos pasos. Yo soy el plasta de alguien… ¡y qué placer!

Ribeira es tierra de buenos pesados. Nadie te va a dar la chapa tan duramente como la gente de Barbanza. Estamos aquí. Ocupamos un espacio. Y tenemos algo que decir, aunque sea una mierda, aunque no sepamos cuándo parar. Te conté mil veces la anécdota de mi lucha contra un jabalí y te la contaré otra vez mientras doy palmadas en la mesa. Detén a un desconocido por la calle y cuéntale el chiste del caracol que derrapa. Por el derecho a ser quien somos. Por el derecho a ser un plasta.