


























El equipo de Cardeñosa superó con claridad al Valladares (3-0) y sale de los puestos de descenso
02 dic 2024 . Actualizado a las 09:43 h.Desde el 6 de octubre, ante el Viveiro, no ganaba el Boiro en Barraña. El equipo necesitaba reconciliarse con el municipal y para ello solo valía una victoria. Además, no sumar los tres puntos también agravaría una situación que hace una semana era crítica y que hoy ya no lo es tanto. El triunfo ante el Valladares (3-0) es un bálsamo para el conjunto de Cardeñosa. Lo fue, además, porque sobre un terreno de juego que no permitía florituras, los boiristas fueron superiores.
A los 11 minutos se cantó el primer gol de una tarde que ya parecía menos gris. Hasta asomó algún rayo de sol. Sylla corrió a por un balón por la banda izquierda. Con la inestimable ayuda de un defensa rival, que acabó rodando por el césped, pisó área y le puso el cuero a Mario Regueiro, que entró por el centro y solo tuvo que empujarla.
Los visitantes poco inquietaron a un Borja Rey que, en el minuto 25, fue clave para que los tres puntos se quedasen en Barraña. El cancerbero boirista salvó un mano a mano ante un Tomás que ya se veía poniendo las tablas en el electrónico. Esa parada valió tanto como el gol que tres minutos después firmó Mario Prol. El joven compostelano tiró de clase para rematar de primeras, con la zurda, una balón que caía del cielo.
Con el 2-0 en el marcador el Boiro se sintió cómodo en el verde. Hasta parecía que el campo ya no estaba tan encharcado y el esférico corría mejor. A punto estuvo Regueiro de hacer el tercero tras una buena jugada de Yosi por la izquierda. Apareció un defensa del Valladres para evitarlo sobre la misma línea. Poco después, otro zaguero visitante hizo lo propio a un cabezazo de Abi.
Cuando ya asomaba el descanso, otra vez Mario Regueiro levantó a la grada con un disparo ajustado al palo que se fue, por muy poco, por la línea de fondo.
En la segunda parte tocaba nadar y guardar la ropa, no correr riesgos y no poner en peligro una victoria muy necesaria. Pero eso no quería decir que no se fuesen a aprovechar los regalos. A la vuelta de los vestuarios, y con la lluvia cayendo con fuerza en Barraña, Abi, desde lejos, probó fortuna con un disparo que fue cayendo en dirección a la portería. Toni metió una mano blanda y el balón le quedó franco a Regueiro, que firmó el tercero del partido y el segundo de su cuenta particular.
Gol y ovación
Por sus tantos y su actuación, el delantero fue ovacionado cuando Cardeñosa lo retiró del campo para dar entrada a Pereira. Antes, Borja Rey volvió a aparecer para mantener su portería a cero con un paradón.
Poco más pasó sobre el terreno de juego. La mejor noticia fue ver sobre el césped otra vez a Yago, que reapareció tras su lesión. También, ver nuevamente a Barraña disfrutar con su equipo.