La marea blanca que se quedó en un susto

BARBANZA

Numerosos voluntarios acudieron a las playas a recoger las bolitas plásticas.
Numerosos voluntarios acudieron a las playas a recoger las bolitas plásticas. MARCOS CREO

La proximidad de las elecciones contribuyó a politizar el incidente que inicialmente se creyó que se trataba de otro desastre medioambiental

29 dic 2024 . Actualizado a las 04:29 h.

Aunque los primeros pelets de plástico ya habían llegado a las playas de Corrubedo a mediados de diciembre, fue durante en enero cuando las costas gallegas se llenaron de miles de microesferas blancas que mezcladas con la arena resultaban especialmente complicadas de retirar.

Procedían de uno de los seis contenedores que transportaba el buque liberiano Toconao y que cayeron al mar frente a la costa portuguesa. Cada recipiente contenía algo más de mil sacos de este minúsculo material usado como materia prima industrial, e identificados con el nombre de la empresa polaca Bedeko Europe, comercializadora de un polímero del que se desconocía su potencial toxicidad para la fauna marina.

De hecho, mientras los mensajes más alarmistas —la proximidad de las elecciones autonómicas ayudó a que se politizara el asunto— apuntaban a un nuevo desastre ambiental acusando a la Xunta de mentir sobre las consecuencias del vertido, desde la Administración autonómica se minimizaba su posible impacto aunque, eso sí, se ponía en marcha el plan contra la contaminación marina (Camgal), medida que acabó siendo desactivada apenas tres semanas después debido a la notable reducción de microplásticos y a la confirmación de que no llegaban nuevas bolitas arrastradas por las mareas.

Con todo, según los datos oficiales, acabaron recogiéndose más de 5.000 kilos de este material y otras 15 toneladas más de otros residuos aprovechando los trabajos de limpieza que se llevaron a cabo por diferentes áreas de Barbanza y Costa da Morte, trabajos que para la Xunta supusieron un coste de 2,6 millones de euros, un dinero que solicitan les sea abonado.

De hecho, la Conselleira de Medio Ambiente anunció en una reciente visita a Porto do Son, la presentación de un recurso de alzada para que el Gobierno central exija responsabilidades a la armadora del barco. Ángeles Vázquez denunció una situación de «inmobilismo total e absoluto» en Madrid, propiciado por un pase de responsabilidades entre ministerios: «Todos os galegos incorremos nun gasto de 2,6 millóns de euros que alguén nos ten que pagar».

La cuestión sigue abierta cuando el año languidece.

 MARCOS CREO