Agresiones a sanitarios: «Cogió un ordenador y lo lanzó contra dos compañeros. Nos tuvimos que encerrar en una sala hasta que se calmó»

Ana Lorenzo Fernández
A. Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Personal de Urxencias del hospital de Barbanza secundó la protesta para pedir más medidas de protección para los sanitarios
Personal de Urxencias del hospital de Barbanza secundó la protesta para pedir más medidas de protección para los sanitarios

Personal de Urxencias del hospital comarcal de Barbanza secundó la concentración para pedir más protección

07 feb 2025 . Actualizado a las 10:01 h.

Se sienten indefensos, desprotegidos e incomprendidos. El personal sanitario del servicio de Urxencias del hospital de Barbanza ha vivido en sus propias carnes numerosos episodios con pacientes o acompañantes muy alterados o violentos que han provocado muchos momentos de tensión y han puesto en peligro su integridad física. Por este motivo, no dudaron en sumarse este mediodía a la concentración convocada por la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), que se celebró de forma simultánea en todo el país bajo el lema Stop agresiones ya, y que tenía como objetivo mostrar su repulsa por el incidente sufrido hace unos días por los compañeros del Chuac de A Coruña.

 Azucena Prieto, coordinadora del servicio de Urxencias en el hospital comarcal barbanzano, abogó por poner en marcha, en coordinación con las fuerzas del orden, procedimientos adecuados que permitan salvaguardar al personal sanitario cuando tiene que atender a pacientes que llegan a esta unidad con alteraciones de comportamiento muy graves, bien porque sufren una enfermedad psíquica o porque han consumido determinadas sustancias.

 Último episodio

«Nos sentimos muy expuestos y vulnerables, porque somos un servicio que estamos abiertos las 24 horas los 365 días del año, y muchas veces tenemos que hacer frente a situaciones muy complejas», apuntó Prieto. La última y más grave tuvo lugar hace apenas unas semanas. Era de madrugada cuando la persona que estaba acompañando a un enfermo se puso muy agresiva, y «cogió un ordenador y lo lanzó contra dos miembros del personal», alcanzando a uno de ellos, mientras que el otro compañero se salvó porque se tiró al suelo.

«Nos tuvimos que encerrar en una sala hasta que se calmó, pero estamos solos para contener este tipo de situaciones. A lo mejor eres capaz de sujetar al paciente, pero si el que te agrede es el acompañante estás indefenso», insistió la coordinadora de Urxencias del Barbanza.

Además, otro de los problemas con los que tienen que lidiar a diario en los servicios de urgencias es la violencia verbal de muchos enfermos y sus familiares, usando un tono de voz agresivo e incluso amenazando al personal con denuncias y reclamaciones. Prieto señala que en estos casos se sienten todavía más incomprendidos, «porque nosotros estamos ayudando a la gente y no entendemos que se dirijan a nosotros ofendiéndonos», apunta la sanitaria del hospital de Barbanza, que reconoce que muchas veces este tipo de episodios provocan que el personal arrastre durante varios días las secuelas de estos episodios.