La agresión con un cuchillo al enfermero del Chuac se produjo tras un episodio violento del paciente en su domicilio

Tamara Rivas Núñez
T. Rivas A CORUÑA

A CORUÑA

Marcos Míguez

Los trabajadores del centro hospitalario volvieron a concentrarse este jueves al mediodía a las puertas de urgencias para exigir más medios para evitar los ataques a los profesionales

06 feb 2025 . Actualizado a las 13:07 h.

La agresión que sufrió el pasado lunes el enfermero de urgencias Ismael Fuentes Rojo se produjo después de que el agresor protagonizase un episodio violento previo en su domicilio. «Había estado agresivo y, precisamente ese episodio de agresividad en el entorno familiar debería, como mínimo, haber sido notificado. Avisar de que venía en esas condiciones», aseveró esta mañana la portavoz del sindicato de enfermería Satse Galicia, Asunción Maus, en el programa Despierta Galicia, de Radio Voz. De hecho, hasta su vivienda se desplazaron agentes de la Policía Local de Culleredo y Guardia Civil, si bien su actuación se limitó a asistir a los sanitarios y no se extendió más allá de ese ámbito. El enfermo llegó al hospital en una ambulancia del 061 sin escolta policial. 

El enfermero tuvo que ser intervenido quirúrgicamente tras recibir cuatro cuchilladas: en el rostro, en el brazo, en el antebrazo y en el abdomen y tuvo que permanecer ingresado hasta este miércoles. «La agresión a los profesionales es el pan nuestro de cada día. La indefensión es continua. En A Coruña llama la atención que además del elevado número de agresiones que tiene lugar en el servicio de urgencias y en consultas externas, hay un montón también en planta», aseguró la enfermera, que reclama más medidas de seguridad para poder desempeñar su trabajo sin peligro. «Consideramos totalmente insuficientes las medidas de seguridad existentes. En planta echamos en falta más presencia, incluso como medida disuasoria», añadió.

Maus puso el foco también en el hecho de que muchas agresiones, sobre todo las verbales, quedan silenciadas ya que no se notifican. «Lo que se está denunciando es una ínfima parte de lo que ocurre», sostiene y exige que se simplifique la burocracia que lleva aparejada el trámite de estas denuncias, ya que «en muchos casos hay que perder tres o cuatro días y disponer de tiempo propio» para poder presentar la denuncia.

Nueva manifestación en el Chuac 

Centenares de sanitarios volvieron a concentrarse este jueves frente a las puertas de urgencia del Chuac para condenar la agresión sufrida el lunes por uno de sus enfermeros y exigir más medios para frenar la catarata de agresiones que están sufriendo los sanitarios gallegos. El acto, en el que coincidieron las protestas convocadas por la Sociedad de Medicina de Emergencias y Urgencias y la organizada por la comisión de centro del Chuac, arrancó al mediodía con un minuto de silencio que se rompió para lanzar mensajes contra la gerencia del hospital. «Si no tenemos los recursos suficientes para dar una buena atención, ¿cómo no van a ponerse nerviosos los pacientes? Cuando hay que esperar una o dos horas para que te atiendan, es normal que la gente se ponga nerviosa», aseguró María Formoso, presidenta de la comisión de centro del Chuac.  

Los representantes sindicales criticaron la falta de espacios adecuados para pacientes agitados, tanto en urgencias como en la planta de hospitalización de agudos del Hospital de Oza, además de la insuficiente plantilla de personal para la asistencia y censuraron también la respuesta de la gerencia tras la agresión del pasado lunes, ya que aseguran que los protocolos que reclaman datan del año 2012 y que «no deben de ser solo un documento colgado en una página web», incidió la portavoz sindical antes de instar a que se divulguen y se forme a los profesionales en su aplicación.

Tras la concentración, el personal se movilizó en manifestación por el perímetro del Hospital A Coruña y cortó el tráfico en el entorno, lo que causó momentos de retención. Como sucedió el martes pasado, la movilización partió desde la entrada de Urgencias hasta el hotel de pacientes, donde se encuentran las dependencias de la gerencia del área sanitaria. A las puertas del edificio se produjeron momentos de tensión, ya que algunos de los concentrados intentaron acceder hasta los despachos de la zona de dirección e intervino la Policía Nacional para impedirlo. La acción de los agentes fue respondida por los participantes en la protesta con proclamas como «Somos trabajadores, no delincuentes» y «Con nuestra salud no se juega».