Los acusados de intentar matar a un joven en Ribeira y darse a la fuga al aeropuerto de Oporto se enfrentan a penas de hasta 20 años de cárcel

Christopher Rodríguez
Christopher rodríguez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Ramírez y Acero, antes de ingresar en prisión provisional.
Ramírez y Acero, antes de ingresar en prisión provisional. CARMELA QUEIJEIRO

La Fiscalía también solicita prisión para un hombre y una mujer a los que acusa de encubrir y facilitar la huida a los presuntos autores

22 feb 2025 . Actualizado a las 11:01 h.

El 21 de mayo del 2023, el ensordecedor sonido de las balas y los gritos atronó Ribeira a altas horas de la madrugada. Sangre, una huida hacia adelante con dirección a Portugal y un joven a punto de perder la vida fueron los ingredientes para unos hechos que se juzgarán en la sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña a partir del miércoles. Los actores principales en el banquillo serán Edison Ramírez, de 33 años, y Eudis Francisco Acero, de 22, ambos de República Dominicana. Para ellos la Fiscalía pide 20 y 10 años de prisión, respectivamente, por lo sucedido aquella noche.

Acompañándolos estarán el también dominicano Juan Alberto Díaz Burgos y una mujer cuya identidad no ha trascendido. Para estos el ministerio público solicita una condena de 3 años al considerar que participaron activamente en tratar de encubrir y facilitar la huida a Ramírez y Acero.

El incidente, según el relato policial al que se acoge la Fiscalía, ocurrió sobre las 03.15 horas en la céntrica calle Diego Delicado de Ribeira, aunque se comenzó a gestar minutos antes en una discusión durante una fiesta con música al aire libre. En el conflicto se vieron implicados dos grupos de personas. En uno de ellos estaban Ramírez y Acero.

En las diligencias se considera acreditado que tras el conato de reyerta, ambos acusados acudieron a un domicilio a coger un arma de fuego de la marca Astra y un cuchillo, para a continuación ir al encuentro de los varones con los que habían discutido. Al parecer, no tardaron en localizar a uno de ellos, al que Eudis encañonó al grito de «¿y ahora qué?».

Disparo y cuchilladas

Acto seguido, las pruebas recabadas por la Policía Nacional indican que apretó el gatillo, aunque sin llegar a acertar en su objetivo. Fue en ese momento cuando intervino Brahim Fayze, de 29 años y amigo del atacado. Él intentó que no persiguiesen a su compañero, acción por la que acabó gravemente herido.

La Fiscalía cree que, en primer lugar, Eudis Francisco Acero le cortó cuatro veces en el costado, con intención de matarlo, usando un cuchillo con 19 centímetros de filo. Mientras Fayze procuraba defenderse de la agresión, Edison Ramírez le habría disparado a escaso metro y medio. En esta ocasión, el proyectil sí impactó, atravesando los pulmones de la víctima hasta quedar albergado en su hígado.

El agredido terminó en la UCI del Clínico tras ser auxiliado por su primo, que lo salvó de la muerte conteniéndole la hemorragia causada por la bala utilizando una camiseta. Al tiempo que Fayze se debatía entre la vida y un fatal destino, los presuntos responsables habían emprendido una arriesgada huida.

Fue en ese instante, según la versión recogida por Ministerio Fiscal, cuando entró en acción el acusado Juan Alberto Díaz Burgos, al que Ramírez y Acero llamaron para pedirle que los transportase en coche hasta el aeropuerto de Oporto tras contarle lo que había sucedido.

Un piso franco

Las diligencias de la Policía Nacional sitúan el encuentro entre los tres en Caldas de Reis. Allí, los dos presuntos autores del intento de homicidio habrían hallado refugio en un piso propiedad de la cuarta acusada. Las fuerzas del orden conocían el inmueble por sospechar que era base de operaciones de una banda de dominicanos. Antes de eso, en el marco de una vigilancia ordenada por la comisaría de Ribeira, los agentes detectaron a Díaz Burgos circulando en su Ford Focus por la capital de Barbanza al filo del mediodía siguiente a la agresión.

Lo siguieron hasta una gasolinera situada en el polígono. Allí llenó el tanque y puso rumbo a la autovía. Una vez pasado Boiro, el operativo recayó en la Udyco Central en Galicia. Debido a investigaciones pretéritas, predijeron que su destino era Caldas de Reis y no fallaron. Una vez en el municipio, los policías vieron al Díaz Burgos aparcando el Ford Focus en la calle Iglesia, en donde creían que Ramírez y Acero habían pasado la noche. Al poco tiempo, dos hombres bajaron del edificio y se montaron en el coche.

Con el turismo circulando por la N-550 a gran velocidad, los uniformados declinaron darle el alto para evitar riesgos en la circulación. La decisión fue abordarlo en la AP-9, en el peaje de O Porriño. En ese punto los tres implicados fueron detenidos, poniéndose el broche a una operación exprés en la también que participaron efectivos de las comisarías de Vilagarcía, Pontevedra y Vigo. El GPS del vehículo no mentía. El destino era el aeropuerto de Oporto, desde donde presumiblemente tratarían de desvanecerse con un vuelo de solo ida hasta su país natal.

Por estos hechos, Edison Ramírez y Eudis Acero fueron enviados a prisión provisional. La Fiscalía le imputa al primero dos delitos de tentativa de homicidio y otro de tenencia ilícita de armas, por los que pide 20 años de cárcel. Al segundo, lo ve responsable de intentar matar a Brahim Fayze y reclama para él una década entre rejas. El ministerio público también requiere el pago de una indemnización de 85.000 euros por parte de ambos. En cuanto a Alberto Díaz Burgos, le acusa de un delito de encubrimiento por facilitarles la huida. Para él solicita una condena de 3 años de cárcel, la misma que para la otra acusada.