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Hallan sumergida en el puerto la pistola del intento de homicidio de Ribeira

María Xosé Blanco Giráldez
M. X. Blanco RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

Los agentes recogen la pistola que encontraron en aguas de Ribeira
MARCOS CREO

El herido evoluciona favorablemente y está previsto su traslado a planta

21 feb 2025 . Actualizado a las 15:49 h.

A raíz de la información que manejaba, la Policía Nacional de Ribeira sospechaba que la pistola usada en el intento de homicidio registrado en Ribeira la madrugada del domingo, en el que resultó herido de gravedad un joven de 27 años de origen marroquí, estaba sumergida en la zona portuaria de la ciudad y así era. El arma, una Astra de 9 milímetros, salía a la superficie poco antes de la una de la tarde de ayer.

Para esta segunda jornada de búsqueda, el grupo especial de operaciones subacuáticas de la Policía Nacional utilizó un detector de metales y un imán de gran potencia que fue cedido para el operativo por la Armada. Los buzos iniciaron la actividad dispuestos a peinar una zona de unos 400 metros cuadrados, comprendida entre el acceso al muelle comercial y la rampa de varada. La información que manejaba la comisaría local apuntaba a que el autor del disparo que sonó sobre las tres de la madrugada del domingo en la calle Diego Delicado, en pleno centro de Ribeira, había lanzado el arma al mar desde dicha rampa, por eso la búsqueda se ciñó al radio de la distancia que estimaban que el objeto podía haber alcanzado.

Según fuentes policiales, durante las tres horas en las que los submarinistas estuvieron trabajando en esa misma zona el lunes, comprobaron que había demasiada vegetación, lo que impedía tener una buena visión de los objetos que pudieran estar depositados en el fondo marino. Además, se trata de un espacio fangoso, por lo que la pistola podría estar enterrada y no sería perceptible a simple vista. Por ello, en la segunda jornada se recurrió a un detector de metales y un imán capaz de alzar hasta 300 kilos.

En el operativo dentro del agua participaron cuatro buzos, realizando inmersiones en grupos de dos. También prestó apoyo una lancha del Servizo de Gardacostas de Galicia. En tierra, media docena de agentes de la comisaría de Ribeira siguieron los trabajos. El responsable de la unidad especial desplazada al puerto ribeirense señalaba a primera hora que se enfrentaban a un proceso lento, consciente de que era muy probable que el detector de metales se topara en su camino con un buen número de objetos metálicos que habría que ir descartando. Eso sí, aseguraba que «si la pistola está aquí, la encontraremos», como así fue.

Segunda bala

Las pruebas de balística determinarán ahora si la vaina encontrada en el lugar del crimen coinciden con la marca que habría dejado en la pistola al ser disparada. El proyectil correspondiente a dicha vaina quedó alojado en el cuerpo de I.F., el joven que se involucró en una pelea entre dos grupos de dominicanos vinculados al tráfico de drogas supuestamente para socorrer a un compañero de trabajo. Pero en el lugar del suceso, los agentes hallaron una segunda bala que nunca llegó a estallar. Se cree que esta salió de la pistola en el mismo disparo que la que afectó al hígado y a un pulmón de la víctima, lo que apuntaría a un fallo en el proceso de carga, que podría indicar que el atacante carecía de experiencia en el empleo de armas de fuego.

Está previsto que las tres personas que están detenidas en relación con el intento de homicidio —una acusada de disparar, otra como autora de las cuatro cuchilladas que recibió el joven y el tercero, por encubrimiento— pasen a primera hora de la mañana de hoy a disposición judicial. Aunque en un principio el gabinete de prensa del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia informó que los arrestados declararían en la sala de O Porriño, partido judicial al que pertenece Tui, donde se produjeron las detenciones cuando los tres acusados trataban de huir en coche hacia Portugal por la autopista AP-9, finalmente confirmó que la declaración será en el Xulgado de Instrución número 3 de Ribeira a partir de las 9.00.

Al parecer, durante las casi 72 horas que los detenidos llevan en los calabozos de la comisaría de Ribeira no han querido declarar.

Mientras el proceso judicial sigue su curso, I.F. evoluciona favorablemente en el Clínico de Santiago, donde se encuentra hospitalizado y fue sometido a una intervención el pasado domingo. De hecho, fuentes del área sanitaria compostelana señalaron que estaba previsto que fuera trasladado a planta ayer mismo.