Vuelvo a volver

Emilio Sanmamed
Emilio Sanmamed LIJA Y TERCIOPELO

BARBANZA

Viento y oleaje en la costa de Aguiño (Ribeira)
Viento y oleaje en la costa de Aguiño (Ribeira) CARMELA QUEIJEIRO

24 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Vuelvo, como siempre, sin saber si escribo artículos o historias o excusas o todo a la vez. Durante este tiempo sin darle a la tecla si algo me ha quedado claro es que el mundo puede seguir sin ti y a pesar de ti, que hay trenes que se pierden y otros que no se sabe muy bien si se han cogido o no. Es extraño haber estado tantos meses en silencio, es una extraña manera de decir que estuve escuchando. Escuchando a Ribeira, a la vida, a la Dorna…

Vuelvo a escribir, con menos certezas que nunca, con mucho barrio bajo la piel. El barrio es como la chaqueta del abuelo, que te queda grande pero abriga. El barrio también es terrible como la ausencia de Pac Chaves —el Perro siempre estará con nosotros— en A Pobra do Caramiñal. Por eso habrá quien me lea y piense «este chaval está un poco roto», y sí, también se rompen las olas contra el muelle y también vuelven a volver.

Vuelvo entre salitre y luto. Escribir es poner palabras a lo que uno no sabe decir. Lanzo al mar una botella con un mensaje dentro y, dentro del mensaje, tú. Tú en la trinchera amable de lo cotidiano. Tú pensando que la vida, más que sobre ganar o sobre perder, trata sobre seguir. Seguir como sigue esta columna vieja. Diez años escribiendo aquí ya, y sin decir demasiado.

Vuelvo como quien vuelve al bar solamente para ver si suena nuestra canción. Vuelvo sin retorno, vuelvo porque no sé hacer empanada ni montar a caballo ni patinar sobre fuego. Vuelvo únicamente porque alguien debe de contar que en este rinconcito de Galicia, todo el color y toda la melancolía del mundo nos la bebemos fría y con espuma.