El pundonor y esfuerzo de Cabo da Cruz se quedó sin recompensa en Zarauz

Francisco Brea
Fran Brea RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Imagen de archivo de Cabo da Cruz en la regata de Castro Urdiales.
Imagen de archivo de Cabo da Cruz en la regata de Castro Urdiales. Aitor Arrizabalaga / ACT

Los barbanzanos pelearon hasta el final por una mejor posición

16 ago 2025 . Actualizado a las 20:15 h.

Jornada calurosa en Zarauz, de bochorno, con el cielo cubierto pareciendo amenazar tormenta. El sorteo le deparó a Cabo da Cruz remar por la calle 4 algo que, a priori, podría beneficiarle viendo como poco antes había transcurrido la Liga Euskotren. En la tanda de los barbanzanos estaban su máximo rival, Kaiku, Ares y Ondárroa. Salió Ares mandando con la tripulación de Sestao pisándole los talones, mientras los barbanzanos iban dejando atrás a Ondárroa sin perder mucha comba con los dos equipos de cabeza.

A la primera ciaboga ya llegó Kaiku en una primera posición que no soltaría en el resto de la tanda. En el largo de vuelta, Cabo incluso fue capaz de ponerse por delante de Ares, aunque al completar los segundos mil metros ya volvía a estar por detrás. Del primero al cuarto la diferencia no superaba los diez segundos, lo que prometía una segunda parte de la regata emocionante y un final de infarto.

Despertó Ondárroa y ciabogó prácticamente en el mismo tiempo que Cabo y a nueve segundos de Kaiku. Los primeros metros del último largo eran muy importantes para ver las estrategias de las tripulaciones. Cabo optó por tirarse a la calle 3 y la jugada no le salió bien. Pasó a ocupar la última posición y a dejarse segundos con sus rivales. Rectificó y se volvió a meter en la lucha de, por lo menos, la segunda plaza. Porque los de Sestao ya se veían ganadores y, en consiguiente, seguirían aumentando la ventaja en la tabla con los de Boiro. El objetivo era minimizar los daños.

Últimos metros

Pasaban los metros y Ares, Ondárroa y Cabo estaban en un puño. Buscaban como agua de mayo los barbanzanos una ola que les permitiese adelantar a sus rivales, pero esta nunca llegó. Aun así, los pupilos de Iago Davila lucharon hasta los últimos metros y a punto estuvieron de pasar a Ares antes de cruzar la meta.

La primera jornada de la bandera de Zarauz se la adjudicó Orio.