Fiestón en Fruíme al ritmo de la incombustible Leticia Sabater

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

El concierto de la polifacética artista sirvió de antesala a la concurrida romería de Santa María da Cabeza

21 sep 2025 . Actualizado a las 19:20 h.

Era la gran apuesta de la comisión organizadora de las fiestas de As Cabesas de Fruíme, en Lousame, y la polifacética Leticia Sabater cumplió con creces. Reunió a un nutrido grupo de espectadores, los animó y se brindó a hacerse fotos con todos los interesados. La verbena en la que actuó la noche del sábado, redondeada por la orquesta La Noche y una discoteca móvil, fue la antesala de la romería en honor de Santa María da Cabeza, que el domingo volvió a atraer a la localidad lousamiana a un reguero de gente.

Durante una hora y media se prolongó la actuación de Leticia Sabater, que deleitó a los asistentes, en torno a un millar según la organización, con un viaje por sus temas más sonados, como La salchipapa, Trínchame el pavo, Leti rap, Mi vida es mía o Toma pepinazo, sin obviar su última apuesta, Yo no soy esa mujer, un himno de empoderamiento femenino que intentó convertir en la canción de este último verano.

Personas de todas las edades corearon los temas de la controvertida artista, aplaudieron sus intervenciones y no dejaron de sacar fotos con sus teléfonos móviles durante todo el concierto. Finalizado el repertorio, Leticia Sabater comenzó la sesión de selfies, que se prolongó más allá de los 30 minutos que figuraban en el contrato para que nadie se quedara sin su instantánea.

Amanecer solemne

Tras el fiestón nocturno, la localidad de Fruíme amaneció el domingo sumida en un ambiente completamente distinto. Desde primera hora de la mañana, la iglesia parroquial registró un goteo constante de feligreses interesados en conseguir una estampa, encender una vela, rezar una oración o asistir a una de las misas programadas. Todo con el objetivo de obtener los favores de Santa María da Cabeza, a la que se le atribuyen poderes para curar diferentes dolencias, sobre todo aquellas relacionadas con la cabeza.

La misa principal, que tuvo lugar a la una de la tarde, incluyó una procesión por el entorno del templo, animada por el grupo tradicional Trécola. De vuelta a la iglesia, los porteadores sostuvieron la imagen ante la puerta principal, posibilitando así que los feligreses fueran pasando por debajo de la santa.

Luego volvió el ambiente festivo a Fruíme de la mano de JB Son, que amenizó una sesión vermú con degustación gratuita de empanada incluida, un clásico que siempre deja a los asistentes un buen sabor de boca.