Boiro aprueba sus presupuestos de 2021 con solo mes y medio para ejecutarlos

l. veiga RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

CARMELA QUEIJEIRO

El Concello apuesta por viviendas sociales, parque canino y la residencia

17 nov 2021 . Actualizado a las 05:15 h.

La corporación de Boiro celebró el lunes su segundo pleno desde el acuerdo de gobierno alcanzado por el PSOE con Boiro Novo y el edil Carlos Rodríguez Muñiz. El primer punto del día, y sobre el que trató la mayor parte del debate, fue la aprobación de los presupuestos para el ejercicio de 2021, apoyados por el BNG e ICB. Ambos partidos consideraron positiva la inclusión de sus propuestas, aunque instaron a empezar a trabajar en las partidas del próximo ejercicio. Mientras, el PP mostró su desacuerdo votando en contra a unos presupuestos que consideran «mortos» y que dudan que se puedan llegar a ejecutar.

Por su parte, el equipo de gobierno se comprometió a trabajar de forma intensa durante los próximos 45 días para poder llegar a licitar el mayor número de partidas posibles, y aquellas que no se hayan podido concretar en ese tiempo, se dotarán de fondos en el ejercicio del 2022.

Entre los asuntos más importantes está la construcción de una residencia de mayores, que lleva tiempo en el punto de mira de la localidad. En este sentido, el concejal y primer teniente de alcalde, Luis Ruiz, manifestó su desacuerdo con los presupuestos presentados por la Xunta, que no dedican fondos a esta cuestión: «Acabaremos a residencia aínda que a Feijóo non lle guste».

Los ediles también quisieron destacar otras partidas de fondos dedicadas a la creación de un carril bici que una Escarabote con Cabo de Cruz dentro del plan de movilidad, a eliminar los puntos de vertido del río Coroño, a la puesta en marcha de un servicio local de compostaje y a la construcción de un parque canino.

Otros puntos del día

Además de los presupuestos para este año, la corporación municipal llevó a debate otras cuestiones, todas aprobadas a excepción de una. La única propuesta rechazada, con los votos en contra del PP e ICB y las abstenciones del BNG, consistía en la rectificación del régimen retributivo de los ediles.

Las únicas dedicaciones exclusivas que mantiene el municipio son para el alcalde y para el teniente de alcalde. El problema vino cuando, al rotar este último puesto como se acordó en el pacto de gobierno, vieron que la retribución se ligaba al cargo y no a la persona. Por ello, la intención era aprobar esta medida que permitiera a Ruíz mantener su sueldo separado de su cargo, pero no recibió el apoyo previsto.

Salieron adelante por unanimidad la modificación de conceptos para las subvenciones a entidades deportivas, que no incluían gastos del covid; inversiones en las dos escuelas infantiles; la instalación de pérgolas en los campos de fútbol de Vista Alegre y el CEIP Cespón; la rehabilitación de la capilla del Pazo de Goiáns; un plan de acción medioambiental y una moción del BNG contra la violencia de género. La segunda moción de los nacionalistas, en defensa de la atención primaria, se aprobó con los votos en contra del PP y la abstención de Carlos Rodríguez.

También salió adelante, con la abstención del BNG, una partida de 62.000 euros para la adquisición de mobiliario y material de oficina.

Tala de árboles, tema candente en el pleno

La aprobación de los presupuestos de 2021 ha sido todo un reto para el equipo de gobierno, pero no fue el único punto que ha generado tensiones dentro de la corporación municipal. Otra de las cuestiones llegó al final de la sesión plenaria, durante los ruegos y preguntas: la reciente tala de árboles en la plaza de Galicia.

El alcalde, José Ramón Romero, hizo hincapié en los estudios realizados por el Concello ya durante el año 2019, gracias a los cuales contaban con informes técnicos de cada uno de los árboles. Además, recordó la caída de un eucalipto en A Cachada, que acabó dañando a dos vehículos, por lo que apeló al saneamiento de los árboles enfermos y la seguridad de los ciudadanos. También aseguró que la replantación con otras especies ya está previstas.

Antonio García, concejal de ICB, ya había pedido explicaciones durante los últimos días, pero las reiteró en el pleno, calificando esta acción de «desmesurada e barbarie» y asegurando que se podría «ter agardado para ver se curaban sen aplicarlles antes a eutanasia». Asimismo, también instó a recuperar cuanto antes «esa parte forestal sen que teñamos que agardar 50 anos a volver a ver eses elementos» porque «hai que manter todos os distintos patrimonios que temos no noso concello».

Tanto el BNG como el PP se sumaron al debate, solicitando ambos grupos los informes técnicos competentes y argumentando que la tala no siempre es la mejor solución, ya que hay tratamientos disponibles que se pueden valorar.

El grupo popular aprovechó para recordar «cando a nós se nos acusou de arboricidio e se nos chegou a chamar terroristas aínda que non tivéramos nada que ver porque foi a Consellería de Medio Ambiente quen decidira talar».