Cabo de Cruz volvió a abrazar el molusco rey

BOIRO

MARCOS CREO

La Exaltación do Mexillón regresó este verano por todo lo alto en una jornada en la que se sirvieron 1.800 menús degustación

02 ene 2025 . Actualizado a las 15:10 h.

Boiro tuvo que esperar, pero en este 2024 al fin pudo recuperar una de sus citas gastronómicas más populares. La Exaltación do Mexillón regresó por todo lo alto para congregar a decenas de personas en los alrededores de la lonja de Cabo de Cruz. En total, se sirvieron 1.800 menús degustación cuyos platos elaborados teniendo como base el molusco rey no dejaron indiferentes a nadie.

En los días previos a la multitudinaria comilona, Boiro rubricó su condición de capital del mejillón con múltiples actividades para poner el valor el producto de las bateas locales. Desde talleres a actuaciones musicales, pasando por una ruta de tapas en los locales hosteleros del municipio. El ambiente se fue caldeando para una jornada dominical en la que, además, se disputaba en la localidad crucense una jornada de la Liga Galega de Traiñeiras. Todos los ingredientes estaban en la cazuela y el resultado no decepcionó.

Desde minutos antes de la apertura del espacio habilitado para la exaltación, un nutrido grupo de personas se congregó para tratar de acceder en primer lugar a un comedor al aire libre que se acabaría quedando pequeño. La afluencia de comensales no solo vino motivada por el mejillón, el factor principal, sino también por un ambiente que hacía 8 años que no se saboreaba en Boiro.

Cuatro platos

El menú ofrecido por los organizadores estuvo compuesto por cuatro platos que causaron sensación. El primero fue una empanada gallega rebosante de bivalvo. Llamó la atención de los presentes que el jugo del molusco empapase lo justo la masa para que esta se deshiciese en la boca.

También pudieron probar una abundante ración de bivalvo en vinagreta cítrica con sandía encurtida. No faltaron los clásicos mejillones al vapor que se sirvieron envueltos en una malla.

Sin embargo, el plato que más éxito tuvo fue la hamburguesa elaborada por el restaurante Chicolino. En ella los mejillones enteros estaban rebozados con salsa de tomate confitada. Basado en un contraste de texturas, generó infinidad de comentarios por lo curioso de la idea.

Acompañando todas las propuestas, los que quisieron maridar la comida apostaron por vinos de la bodega de Xirpín para completar un día delicioso.