Mazaricos recordó a Che de Pedro, muerto en 1963 a raíz de un enfrentamiento entre vecinos y fuerzas del orden por unos terrenos
19 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que trabajar el campo podía resultar, en ocasiones, una actividad de riesgo. Etapas complicadas de la historia reciente de la comarca en las que la propiedad de la tierra no siempre estaba todo lo clara que debería y en las que el Estado no dudaba en reprimir con violencia protestas por la titularidad de algunas tierras o la defensa de determinados derechos comunales.
Hechos que conocen de primera mano en la parroquia mazaricana de Eirón, donde la memoria hace que se siga teniendo presente aquella fatídica mañana del 22 de enero de 1963. Aquella jornada, los vecinos se enfrentaron a las fuerzas del orden para defender la titularidad de los terrenos situados en el paraje denominado Braña da Gatiñeira. Un día que acabó teñido de luto con un vecino muerto —José Esperante París, conocido como Che de Pedro— y otros dos heridos de bala, por los disparos de la Guardia Civil.
«Todo empezou cando os veciños tiveron coñecemento de que, por parte do Patrimonio Forestal del Estado —organismo creado en 1941 y adscrito al Ministerio de Agricultura— querían levar a cabo unha plantación nunhas fincas que eles levaban décadas traballando no chamado monte do Outeiro e das que, ao parecer, tiñan documentos de propiedade. Consideraron que aquilo era unha inxustiza e decidiron subir ao monte para impedilo», explica Fina París Canosa, vecina de la localidad y una de las pocas personas que, hace más de veinte años, entrevistó a algunos de los que fueron protagonistas principales de aquel suceso.
Entre ellos a Balbina Pérez, supuestamente, una de las instigadoras de aquel levantamiento popular. Así, al menos, lo creyeron las autoridades judiciales que la mantuvieron tres meses encarcelada tras los hechos. Balbina de Andrés —como se la conocía en referencia al apodo de la casa familiar situada en la aldea de Outeiro— recordaba con detalles como en un momento dado, después de una acalorada discusión, la cosa empezó a ponerse fea. «Contaba como, tras moito discutir, uns veciños empezaron a arrincar terróns —el atestado judicial habla de piedras— e outros a tirarllos á Garda Civil e tamén ao persoal que viña para realizar a plantación», manifiesta París Canosa.
Los disparos
Los agentes del instituto armado, al sentirse acosados, no dudaron en abrir fuego contra los asistentes hiriendo a Andrés Alvite Santos (Andrés de Carrelas), Marcelino Esperante Antelo (Marcelino de Porfica) y a Che de Pedro que, tras ser trasladado por la gravedad de las heridas sufridas, acabó muriendo horas después.
Aunque ninguno de ellos está vivo ya, su recuerdo sigue muy presente, tal y como pudo comprobarse ayer en Eirón donde, aprovechando la celebración del Día de Loita Comuneira na Defensa do Monte Veciñal, se le rindió un sentido homenaje en el que también participaron muchos vecinos y representantes políticos que no quisieron perderse la convocatoria realizada por el Concello de Mazaricos, la Organización Galega de Comunidades de Montes Veciñais en Man Común y el Instituto Galego das Terras Comunitarias.
«Este é un acto para recordar a meu pai, pero tamén a outras moitas persoas que, coma el, loitaron pola xustiza e o ben común», apuntaba visiblemente emocionado Argimiro Esperante, hijo del fallecido quien, junto a sus hermanos, realizó una ofrenda floral en el monolito situado en Braña da Gatiñeira. Un lugar que las entidades convocantes solicitaron para colocarlo tras documentar lo sucedido para que se recoja en el Inventario de lugares de memoria histórica.
Por su parte, el alcalde mazaricano, Juan José Blanco, señaló su intención de llevar al siguiente pleno la propuesta de que el local social de Eirón lleve el nombre de Che de Pedro.