El sacerdote y el conductor del vehículo, un taxista, resultaban heridos de gravedad
03 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Un trágico suceso conmocionaba a los muradanos hace 52 años. La madre y la hermana de un cura fallecían en un aparatoso accidente de tráfico cuando regresaban de una misa oficiada por dicho sacerdote. Además, tanto este como el conductor del coche resultaban heridos de gravedad.
El suceso tenía lugar en la carretera que discurre entre Muros y Noia. Un taxista muradano, Ramón Formoso Oca, conducía el vehículo, en el que viajaban Manuel Molinos Barreiros, un cura natural de Louro; su madre, Rosa Barreiros García; y sus dos hermanas, Josefa y Rosa. La segunda fue la que falleció.
Al salirse de la vía, el coche quedó peligrosamente inclinado sobre u precipicio de unos diez metros de altura, lo que dificultó el rescate de los pasajeros, que fue llevado a cabo por vecinos del lugar y por los viajeros de un autobús de la empresa Castromil que paró en el lugar del accidente para prestar auxilio. Tuvieron que sujetar el turismo con maderos y cuerdas.
Según relataba La Voz de Galicia, el sacerdote y su familia había alquilado el coche en Muros, con el fin de viajar hasta Outes, su lugar de nacimiento, y oficiar allí una misa en memoria de su padre. Tras la liturgia, en el viaje de regreso a Louro, tuvo lugar el trágico suceso.