Un periódico germano, el «Frankfurter Allgemeine», lo ensalza como destino turístico tranquilo
28 jun 2020 . Actualizado a las 20:41 h.Que la laguna de Louro es un espectáculo natural que atrae a propios y extraños no es algo que debiera llamar la atención. Su entorno salvaje, con el simbólico monte de las jorobas de granito y arenales en los que el rugido del mar es el gran protagonista, ha despertado el interés de la comunidad alemana.
El periódico germano Frankfurter Allgemeine, en su edición dominical del pasado 7 de junio, invitaba a sus compatriotas a conocer este extremo de la ría de Muros-Noia, terminando su oda a Louro de la siguiente manera: «Una punta turística escasamente poblada, incluso en verano puedes encontrar playas amplias y vacías para caminar y pequeños nichos para nadar y cazar cangrejos: la distancia mínima es parte del paisaje, por así decirlo. Y una vez que inicies una conversación con la gente de aquí, siempre querrás volver a este extremo áspero del continente europeo».
Gran flujo de visitantes
Y es que en este rincón del municipio muradano, nuestros vecinos alemanes tienen todo lo que buscan en unas vacaciones: naturaleza, gastronomía y patrimonio cultural y etnográfico.
Los datos recogidos por la oficina de turismo de Muros demuestran que, aunque en su mayor parte las visitas recibidas en el municipio durante el año 2019 fueron nacionales, los turistas internacionales constituyeron el 17,35 %, un porcentaje nada desdeñable para la zona.
En el caso de la comunidad alemana, su afluencia representó el pasado verano casi el 13 % de los visitantes internacionales, lo que los sitúa como el tercer país europeo en número de turistas, por detrás de franceses e ingleses.
En pleno período estival es donde se concentra la mayor afluencia a Muros, llegando a algo más de 8.800 visitantes en julio, agosto y septiembre. Casi el 3 % de las visitas registradas durante estos meses corresponden a los vecinos germanos.
Un fenómeno increíble
Entre los numerosos atractivos que no pasan desapercibidos para visitantes como los que proceden del país alemán se encuentran fenómenos naturales como el de la rotura del ingüeiro, que suele registrarse en invierno. La conjunción de un gran caudal en el río Longarela con mareas vivas y temporales del sur motiva que la imagen de paraje cambie por completo y se forme un gran muro de arena.
El patrimonio etnográfico y el natural son los grandes atractivos
¿Qué tiene Muros, y en particular la zona de Louro para despertar el interés de un periódico alemán? La respuesta aparece al comprender el carácter del visitante germano. «O turista alemán é moi culto, interésase por todo tipo de patrimonio», comenta María José Mayo, técnica de turismo de Muros.
Y es el patrimonio natural lo que más aviva la curiosidad de los alemanes, que se acercan a la oficina de turismo de Muros y preguntan con frecuencia por la laguna de Xalfas y su entorno, aunque no en exclusiva. «Tamén se interesan polo patrimonio industrial, e chámalles a atención o marisqueo a pé», explica Mayo.
Prefieren el cámping
No en vano, las exposiciones del Museo do Mar y la Fábrica de Sel recibieron a 69 visitantes germanos el pasado verano. Asimismo, la etnografía es otro elemento por el que los turistas alemanes se interesan especialmente, acudiendo a contemplar el petroglifo de Laxe das Rodas, en la parroquia de Taxes. «Non é turismo exclusivo de praia», aclara María José Mayo.
En cuanto al tipo de alojamiento escogido por los germanos, el cámping es una de las preferencias a la hora de reservar, una elección que comparten con holandeses, franceses e ingleses, tal y como explica Élida Suárez, responsable del Cámping A Vouga.