El positivo por covid de dos clientes de un cámping de Louro, en Muros, obliga a confinar a 23 personas
			MUROS
	
											Mantuvieron contacto estrecho con los afectados, por lo que tuvieron que aguardar en el recinto a que les hicieran la PCR
15 ago 2020 . Actualizado a las 21:34 h.La jornada de este sábado fue de todo menos tranquila en el cámping San Francisco de Louro. Todo comenzó por la mañana, cuando la gerencia tuvo conocimiento de que dos personas, que días antes habían estado alojadas en el establecimiento, habían dado positivo por coronavirus. A partir de ese momento, la Consellería de Sanidade activó un protocolo de actuación que todavía continuaba operativo a última hora de la tarde. Los rastreos efectuados para averiguar con cuántos clientes habían mantenido contacto directo los afectados determinaron que eran 47, de los que 23 todavía permanecían en este cámping de Muros. A ellos fue necesario confinarlos, a la espera de que se les practicasen las pruebas de PCR para determinar la existencia o no de contagios.
Personal sanitario se desplazó hasta el establecimiento para hacer los test. Desde Sanidade indicaron que los resultados se darán a conocer este domingo, por lo que todos los usuarios a los que se realizó el test deberán continuar en el recinto.
Las otras quince personas que tuvieron un trato con los infectados susceptible de haber ocasionado algún contagio ya no estaban en el establecimiento, por lo que tuvieron que ser localizadas para someterlas también al test.
La noticia de que unos clientes alojados en el lugar habían dado positivo fue comunicada a la totalidad de los usuarios y se establecieron medidas de control para garantizar la seguridad.
Hasta que la recopilación de datos no hizo posible determinar cuánta gente podía haber mantenido un contacto directo con los enfermos, ninguno de los usuarios pudo abandonar las instalaciones. De igual forma, tampoco se permitió el acceso.
Gran inquietud
No fue hasta media tarde, una vez localizadas las personas a las que debía efectuarse la prueba de PCR, cuando se permitió la movilidad de quienes no tuvieron relación con los afectados. Sin embargo, la situación excepcional registrada durante la jornada provocó la intranquilidad de algunas personas alojadas que, incluso, llegaron a comunicarse con familiares para decir que no podían salir.
Diversas fuentes indicaron que el establecimiento había realizado tras su reapertura una distribución por áreas con el fin de que resultase más sencillo para los usuarios mantener las distancias de seguridad.