Mazón dimite tras pactarlo con Feijoo: «He cometido errores y viviré con ellos toda mi vida»
ESPAÑA
El presidente valenciano, que formalizó su salida ante el registro, pide a PP y Vox que acuerden su sustituto sin adelanto electoral y utiliza su renuncia de ariete contra Sánchez
03 nov 2025 . Actualizado a las 22:13 h.El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha dimitido este lunes un año después de la dana que acabó con la vida de 229 personas en su comunidad. «He cometido errores y pido perdón. Voy a vivir con ellos toda mi vida. Pero esos errores nunca han sido por cálculo político o mala fe», ha afirmado Mazón. En su comparecencia, anunciada desde ayer, el president, que seguirá en funciones una vez registre su renuncia este martes y aún encabezará este martes la reunión semanal del Consell, ha evitado hablar de nuevas elecciones y ha pedido a su partido, el PP, y a Vox, que elijan a su sustituto, mientras él seguirá como diputado en Les Corts para de esta forma no perder su condición de aforado ante la causa abierta por la jueza de Catarroja.
Mazón anunció esta tarde la formalización de su renuncia ante el registro de Les Corts, una decisión que le deja como presidente en funciones hasta que se elija nuevo titular de la Presidencia, según explican fuentes del Palau. Este martes Mazón presidirá el pleno del Consell, el último con la asistencia del teniente general Gan Pampols. El hasta ahora conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus, asumirá la vicepresidencia segunda.
Mazón ha reconocido no haber tenido la «visión política» de actuar en las primeras horas de la riada, pero ha reivindicado su gestión y también ha trasladado la responsabilidad al Gobierno de Pedro Sánchez por no ofrecer información precisa en las horas críticas de aquel 29 de octubre del 2024. Además, ha explicado que se va para no servir como justificación a la inacción en la reconstrucción que le atribuye a Pedro Sánchez. «Quizá mi marcha haga que se enfoque esta tragedia como se requiere. El Gobierno ya no tiene excusas para seguir arrastrando los pies», ha subrayado Mazón, que en su intervención ha remarcado en varias ocasiones que el Ejecutivo central abandonó a la Comunidad Valenciana, tanto el día de la tragedia como después, para obtener rédito político. «La falta de ayuda al inicio de la riada fue clamorosa y también lo es ahora», ha lamentado.
«Hemos hecho todo lo humanamente posible para activar la recuperación. Las dimensiones de la riada no necesitan ser recordadas, el impacto en cosechas, viviendas, vehículos y sobre todo en salud mental nos obligó al mayor esfuerzo imaginable. Colegios, metros, puentes, carreteras, vehículos... y hasta la Albufera, son retos superados sin financiación. Qué pronto se dijo y qué pronto se ha hecho», se ha reivindicado. «Calculamos tres años y lo hemos conseguido hacer en meses. Solos. Sin aportación a fondo perdido del Gobierno, con solo permiso para endeudarnos, a los más endeudados», ha resumido Mazón.
En el listado de errores propios, el exdirigente valenciano incluye «haber permitido que se generaran bulos por no dar explicaciones y sobre todo, mantener la agenda de ese día». «Es cierto que con los datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar y de la Aemet era inimaginable que el barranco del Poyo se convirtiera en una trampa mortal, pero permití que se trasladase la idea de que el president era ajeno a la situación», ha confesado. En este punto de su discurso ha incluido también la única cita al líder del PP, Alberto Núñez Feijoo: «No pedí la declaración de emergencia nacional porque el Gobierno nos avisó de que así no tendría más medios, aunque el presidente de mi partido me lo aconsejó, y tenía razón».
Tras el funeral de Estado de la dana del pasado miércoles, cuando las víctimas volvieron a increparle, su situación era ya insostenible, ha admitido el expresident, que se ha sentido víctima de una «campaña brutal» en la que se le ha llamado «asesino». «Han sido días desgarradores, crispados y crueles. Por voluntad personal habría dimitido hace tiempo. Ha habido momentos insoportables», ha aseverado Mazón, que sin embargo, ha tratado de marcar una línea de separación entre sus actuaciones personales y políticas: «Espero que cuando baje un poco el ruido, la sociedad pueda distinguir entre un hombre que se ha equivocado y una mala persona». También ha explicado que esta misma mañana ha hablado con el Rey «para agradecerle su apoyo, su fuerza, su lealtad y grandeza con la Comunidad Valenciana este año y siempre».
Con la presentación de la renuncia se pondrán en marcha los plazos para elegir nuevo presidente. Algunas fuentes aseguran que Mazón podría estar planteándose coger una baja médica, aunque en el Palau han precisado que a estas horas no lo ha hecho y que «hará en todo momento lo que le diga su facultativo». A partir de la presentación de la dimisión se abrirá un plazo de doce días para la presentación de un candidato a la presencia de la Generalitat. A continuación, el pleno de investidura tendrá lugar en un plazo de entre tres y siete días.
La suerte de Carlos Mazón estaba echada, pero el futuro político de la Comunidad Valenciana, de momento, no pasa por un adelanto electoral, sino por nombrar a otro presidente, una opción en la que gana enteros el actual portavoz del PP en Les Corts, Juanfran Pérez Llorca, hasta, en principio, el final de la legislatura. El adelanto electoral, que durante la negociación tomó fuerza, quedó descartado a favor de un periodo de transición.
Para Rueda, Feijoo actúa de forma coherente
Entre las reacciones de barones populares en las últimas horas figura la del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda. Tras la reunión semanal del ejecutivo autonómico se pronunció al respecto preguntado por periodistas. Ha asegurado que el hasta ahora presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha hecho «lo correcto y lo adecuado» al anunciar su dimisión y ha defendido que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha sido «coherente de principio a fin con lo que dijo y con lo que después sucedió».
Finalizan las especulaciones
Feijoo y Mazón iban a hablar este domingo «para analizar el contexto político de la Comunidad Valenciana», avanzó por la mañana la vicesecretaria de Regeneración Institucional, Cuca Gamarra. Un anuncio sobrevenido que disparó todas las especulaciones y desató el nerviosismo, sobre todo en el PP de la Comunidad Valenciana, que maneja una dinámica interna propia en toda esta convulsión. En esa charla, ambos interlocutores tenían intención de abordar «tanto las necesidades de la Comunidad Valenciana como las que tiene el PP en esa autonomía», dijo Gamarra. Traducido: encontrar una vía para Mazón que permita a Feijoo sacudirse una sombra cada vez más pesada que le persigue desde hace un año y que se ha hecho insostenible tras los gritos de las víctimas contra el mandatario valenciano en el funeral de Estado.
Al margen de la incertidumbre, focalizada y alimentada por Mazón, este fin de semana ha cundido el malestar en Génova con el movimiento del PP valenciano de impulsar la candidatura de Vicent Mompó, próximo al president, como nuevo líder del partido y la de Juanfran Pérez Llorca, síndic en Les Corts, como jefe interino del Consell. «Nunca se ha propuesto a nadie», restan relevancia fuentes conocedoras de esa maniobra. La realidad no encaja bien con esa disculpa.
Este gesto de anticipación tenía un objetivo claro: entorpecer la candidatura de María José Catalá, la alcaldesa de Valencia y la opción de Génova para encabezar una eventual candidatura electoral. La relación entre parte de la cúpula valenciana y la líder de la ciudad de Valencia no es fluida; y en algún caso, resulta incluso tensa. «Catalá no», expresa rotundo una fuente del Gobierno valenciano. ¿Conocía Mazón la reunión de los tres barones provinciales y de Pérez Llorca para alumbrar una salida propia a la crisis? Algunas fuentes apuntan a que no.
Sin afinidad
Existe otro factor que también ha incidido en esta especie de guerra fría entre Mazón y Feijoo. No existe afinidad entre ellos. Mazón era, en realidad, persona de confianza del expresidente del PP Pablo Casado y del segundo de éste, Teodoro García Egea. Él fue el primer dirigente autonómico que llegó a un pacto con Vox, el detonante de que a Pedro Sánchez le funcionara la estrategia de precipitar las generales para forzar al PP a retratarse acordando con la extrema derecha dos meses después de las autonómicas.
La ciudadanía estaba muy tensa con la gestión del Consell. Las encuestas muestran un trasvase de votos importante del PP a Vox. Los números salen para revalidar el Gobierno valenciano, según algunas sondeos, pero a costa de que los de Santiago Abascal ganen mucho más peso. Estos ya no se conformarían con las tres consejerías que atesoraron y en las que apenas manejaban presupuesto.