El mirador de A Curota y el monte Iroite, entre los mejores rincones para ver las perseidas

Gisela Fernández / A. G. RIBEIRA / LA VOZ

MUROS

Imagen tomada en el 2020, en la zona de Louro
Imagen tomada en el 2020, en la zona de Louro Manuel Candamo

Pueden llegar a contemplarse hasta un centenar de estrellas fugaces en solo una hora de espectáculo luminoso

11 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada año, en el mes de agosto, tenemos una cita especial con uno de los fenómenos naturales más conocidos e importantes, que atrae a numerosas personas. Las perseidas, una lluvia de meteoros, conocida popularmente como lágrimas de San Lorenzo, que solo es posible contemplar unos días al año. Este acontecimiento se produce debido a que la Tierra pasa cerca de una nube de polvo y rocas desprendida por el cometa Swift-Tuttle. De esta manera, los meteoros provenientes de la nube impactan en la atmósfera terrestre a unos 210.000 kilómetros por hora, dando lugar a este suceso luminoso. En solo una hora pueden llegar a verse entre 50 y 100 estrellas fugaces.

Las perseidas reciben este nombre por la constelación de Perseo. El hecho de que sean conocidas como lágrimas de San Lorenzo se debe a una tradición cristiana. En ella se relata que, en la noche en la que se ejecutó a este santo, en el cielo se pudieron observar una gran multitud de estrellas, las cuales fueron consideradas como las lágrimas que salieron de sus ojos en el momento de su fallecimiento.

Recomendaciones

En este 2023, el pico de las perseidas tendrá lugar mañana, la noche del 12 al 13 de agosto, por lo que es hora de prepararse y saber cuáles son los mejores lugares para observar este fenómeno astronómico tan especial.

Para empezar, el primer sitio que hay que destacar es el conocido mirador de A Curota. Esta ubicación es, sin duda, una de las riquezas turísticas de la comarca de Barbanza, ya que obsequia con una de las mejores vistas de las Rías Baixas y sus alrededores. Así, también se considera por los aficionados uno de los puntos favoritos para presenciar tranquilamente el espectáculo luminoso.

Siguiendo por esta ruta de miradores, resalta también el de Couso, situado en el municipio de Ribeira. Desde este hay buenas vistas de la ría de Arousa y de las islas de Sálvora, Vionta y Noro. El espacio es un buen lugar para pasar un gran momento entre familiares, amigos o incluso solo y disfrutar así del fenómeno natural.

Con todo, Carnota también es poseedora de algunos miradores donde se puede ser testigo de la lluvia de meteoros con mucha calma y tranquilidad.

El monte Iroite es la cima más alta de la sierra barbanzana, con 686 metros de altura. Separa las rías de Arousa, Muros y Noia. Sus características y el hecho de estar alejado de contaminación lumínica lo convierte en una de las localizaciones estrella para la observación. Johnny Macinich, gran aficionado a la astronomía y presidente de la Asociación Cielo Barbanza concuerda en que tanto Iroite como A Curota son dos de los mejores sitios para ser testigos de las perseidas.

Destaca que, todos los años, ambos puntos acostumbran a ser los favoritos de la gente para presenciar la gran lluvia de meteoros: «Suelen estar repletos de personas. Lo malo viene cuando todos empiezan a encender los móviles y las linternas, ahí es cuando se pierde la magia del momento».

Por último, en el municipio de Muros hay un par de lugares con condiciones idóneas, que se corresponden con punta Lens y el faro de Louro. El muradano Manuel Candamo apunta que ambos se encuentran en localizaciones estratégicas que escapan de la contaminación lumínica. Explica que la gente suele llegar y tumbarse en las rocas, teniendo así una gran visión panorámica del cielo y las estrellas.

En general, la mejor recomendación es ir a cualquier lugar alejado de los núcleos urbanos, donde haya la menor contaminación lumínica posible. De esta forma se permite que la noche, si es despejada, acompañe las buenas vistas del cielo. Además, Johnny Macinich recomienda lo siguiente: «Si alguna persona tiene intención de presenciar las lágrimas de San Lorenzo, lo mejor es ir solo, al sitio más alejado posible y disfrutar así de este fenómeno natural con tranquilidad».

Por lo tanto, ya sea en un mirador, un monte, una playa o incluso en unas rocas no hay que perderse este gran fenómeno, por lo que es momento de ir buscando el lugar ideal para presenciarlo.