El carpintero de Muros que construye viviendas como si fueran piezas de Lego

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

MUROS

Maxi Fernández cargó en un camión toda la estructura y fachadas de Casa Panchés, que previamente se fabricaron en su taller
Maxi Fernández cargó en un camión toda la estructura y fachadas de Casa Panchés, que previamente se fabricaron en su taller cedida

Fabricó las estructuras y fachadas en su taller, transportó las piezas en un camión y en tres días levantó Casa Panchés, que ha sido premiada por su intervención modélica

21 jun 2024 . Actualizado a las 14:51 h.

¿Se puede levantar una casa de madera en tres días? La respuesta es que sí, aunque previamente se necesitan muchos meses de trabajo en el taller para diseñar milimétricamente y cortar todas las piezas que formarán las estructuras y fachadas para que encajen a la perfección como si se tratase de un Lego. Eso lo sabe bien Maxi Fernández Santiago, un carpintero de Muros que fue el encargado de construir Casa Panchés, un inmueble diseñado por el estudio Arrokabe en el monte Pindo y que no para de recibir premios.

Aunque él creció entre las tablas de la carpintería de su padre y durante los veranos echaba una mano, su primer empleo fue en otro campo. «Hice los ciclos de trabajos forestales y conservación del medio natural y estuve unos años en el sector haciendo labores de poda, desbroces o plantaciones. Aunque producíamos madera, no tenía mucho que ver con la carpintería tradicional», apunta el muradano, que hace dos décadas decidió coger las riendas del negocio familiar.

Con la ayuda de una grúa, se fueron colocando y ensamblando todas las piezas de la vivienda, un trabajo que duró solo tres días
Con la ayuda de una grúa, se fueron colocando y ensamblando todas las piezas de la vivienda, un trabajo que duró solo tres días

Quiso seguir los pasos de su progenitor y especializarse en carpintería de armar, la tradicional de toda la vida de fabricación de estructuras, «porque realmente los pocos carpinteros que quedan o que empiezan ahora en el sector se dedican más a la reforma de interior o a la decoración». Achaca esta situación a que, desde la aparición del hormigón y el ladrillo, la gran mayoría de las casas se han levantado con estos materiales y se dejó de lado la madera y la piedra.

Afortunadamente, cree que en los últimos años ha habido un cambio de tendencia motivado porque hay una mayor concienciación ambiental y se quiere reducir el consumo energético al máximo, lo que ha provocado que su lista de encargos no pare de crecer. «La gente ya nos viene buscando porque quieren que su casa sea de madera, solo tenemos que explicarles un poco cómo es el método constructivo para que sepan que va a ser una vivienda duradera y sin ningún problema», apunta Maxi Fernández, que también reconoce que hay un sector de la población que todavía tiene miedo a que este material no sea resistente, cuando no es así.

Su estrecha colaboración desde hace años con el estudio de arquitectura Arrokabe fue lo que le abrió las puertas para seguir innovando y atreverse a construir Casa Panchés. «Nosotros llevamos años trabajando con estructuras y cerramientos de madera, pero nunca de esa forma, de llevar todo hecho y colocarlo como si fuera un Lego. Esa fue la primera vez, empezamos en junio a preparar todo el material en el taller, y en octubre la montamos en tres días». Fue necesario utilizar diferentes programas informáticos para hacer el despiece unitario y ejecutar a la perfección todas las medidas para que luego encajaran.

Uno de los primeros que tenía dudas sobre este tipo de construcción por piezas fue su propio padre, que quiso seguir en directo todo el proceso de transporte y colocación, «y la verdad es que no hubo ningún error y salió todo a la perfección». De hecho, ya tiene otro encargo similar en Guimaraens (Portugal), aunque en este caso la vivienda tendrá el triple de superficie y rondará los 300 metros cuadrados.

Casa Panchés se levantó en un terreno en pendiente en la falta del monte Pindo
Casa Panchés se levantó en un terreno en pendiente en la falta del monte Pindo

«Llevo años haciendo muchas obras, no todas como esa que van en camión, y siempre con buenos resultados y los clientes quedan contentos porque son proyectos duraderos con materiales nobles y de calidad», apunta el muradano, que tiene su agenda llena de trabajo hasta el año próximo. Como en todos los sectores, necesita mano de obra cualificada, puesto que solo son cinco en la empresa, que ahora se ha rebautizado como Dous Carpinteiros, puesto que se asoció con otro profesional de Arzúa que trabaja en el mismo sector.

Maxi Fernández dice que es un afortunado «porque me gusta lo que hago», y también le enorgullecen los premios que ha recibido Casa Panchés por ser una intervención modélica por apostar por el uso de la madera y la integración en el entorno.