Ejercicio de supervivencia de un Noia que gana al Silva para seguir creyendo en la salvación (0-1)

la voz RIBEIRA / LA VOZ

NOIA

CEDIDA

El gol de Jesús Sayés vale tres puntos, un Potosí que permite a los de San Lázaro mantener vivas las posibilidades de seguir otro año en Tercera RFEF

12 mar 2022 . Actualizado a las 22:01 h.

De morir, que sea peleando hasta el final. Como dejó escrito William Shakespeare: «Los valientes mueren una vez, los cobardes, muchas». A eso se agarra el Noia que, a pesar de los mazazos que ha recibido a lo largo de la temporada, no cambia de guion. Siempre sale a por todas. El bloque de Iván Carril va sobrado de personalidad, sea el campo que sea, virtud que en A Grela le hizo sumar tres puntos tras un auténtico ejercicio de supervivencia. El gol de Jesús Sayés vale una victoria, un Potosí que permite a los de San Lázaro mantener vivas las posibilidades de salvar la Tercera RFEF.

En un partido vibrante, en el que los dos equipos quisieron el balón en todo momento, hubo que esperar a los instantes finales para ver el cuero en la red. Cuando empezaron a fallar las fuerzas y los repliegues defensivos comenzaron a flaquear, el Noia demostró hambre competitiva y ganas de sumar de tres. Tras una primera parte que fue puro barbecho, lo bueno quedó para el final. El Silva buscó a Fedello, pero el Noia, a pesar de jugar en un terreno de juego siempre complicado, no se achicó. No era el día para esconderse.

El momento

Fue así que un balón al espacio acabó en los pies de Jesús Sayés. Había falta en la acción anterior, pero el colegiado aplicó correctamente la ley de la ventaja. El punta noiés se midió a su par, al que fintó en dos ocasiones antes de pegar duro al palo corto. Supuso el 0-1, tanto que a la postre dio los tres puntos a los de Iván Carril, que a partir de ese instante comenzaron a replegar filas para hacer valer su ventaja.

Contra un Silva que se lanzó arriba con todo, el Noia incluso tuvo la oportunidad de ampliar su ventaja en una contra que pudo dejar al bloque coruñés con uno de menos, pero el trencilla le perdonó la roja directa a Antonio López, que trabó a Hugo cuando se plantaba solo delante del cancerbero local.

A partir de ese instante el duelo terminó con Diogo, Angelo y Rivas siendo dueños de un choque en el que el Silva se afanó en lanzar balones largos, que acabaron despejados con cabezazos de los zagueros o bien tapados por un Fedello que se mostró inconmensurable para hacer bueno un esfuerzo que supo a gloria.