
La parroquia noiesa celebró varias actividades para recaudar fondos destinados a la reconstrucción de la catedral de San Marcos, afectada por un incendio
21 feb 2024 . Actualizado a las 18:40 h.Un devastador incendio en el edificio de la curia diocesana de Gracias, en Honduras, y el derrumbe del techo de su catedral, la de de San Marcos han unido a esta diócesis con Noia. La villa noiesa respondió a la petición de solidaridad lanzada desde el país centroamericano para reconstruir su templo, y ese gesto ha derivado en un hermanamiento que se hizo efectivo el domingo.
La iglesia de San Martiño se Noia se vistió de gala para recibir al obispo de Gracias, Walter Guillen Soto, acompañado del padre Rómulo Gallegos, salesiano y rector de la Universidad Mesoamericana de Guatemala. El obispo aprovechó una visita a Santiago para acercarse a Noia y agradecer personalmente la solidaridad mostrada con los actos organizados en villa para recaudar fondos destinados a contribuir a la reconstrucción de la cubierta de la catedral de San Marcos.

Fue recibido en la plaza de O Tapal por el párroco José Ortoño y por el alcalde de Noia, Santiago Freire, y tras la misa que presidió en la iglesia de San Martiño, se firmó el protocolo de hermanamiento entre la diócesis hondureña y la unidad pastoral noiesa que servirá de cauce para futuras colaboraciones entre ambas instituciones.

Asimismo, la agrupación de Cáritas en Noia impuso al obispo la medalla conmemorativa de su cincuenta aniversario en un acto en el que también se dio cuenta de lo recaudado en colectas parroquiales, conciertos organizados y donaciones recibidas para la restauración de la catedral y el edificio de la curia de Gracias.