
Centenares de peregrinos cruzan esta villa, que fue bautizada como portus apostoli porque era el puerto más cercano a la capital gallega
25 jun 2025 . Actualizado a las 13:17 h.El Camino de Santiago está irremediablemente unido a la historia de Noia, y no en vano, esta villa fue bautizada como Portus Apostoli puesto que aquí atracaban las embarcaciones que traían a los peregrinos de distintos países que querían llegar hasta Compostela. Durante siglos, miles de personas han recorrido esta histórica ruta jacobea, que en este municipio sirve de punto de encuentro entre los caminantes que iniciaron el viaje desde Muros y aquellos que prefieren comenzar el itinerario en Porto do Son.
El casco histórico noiés agrupa algunos de los lugares más importantes por los que discurre este tramo del camino jacobeo, destacando especialmente la plaza del Tapal, que está coronada por la iglesia de San Martiño, un edificio religioso consagrado en 1434, y que entre sus peculiaridades está su pórtico, que imita al de la Gloria de la catedral de Santiago, lo que le valió a Noia el sobrenombre de la pequeña Compostela. El hospital de Adentro y la iglesia de Santa María A Nova, con su museo de laudas gremiales, son otros de los puntos de visita obligada para los peregrinos que cruzan Noia.

Precisamente, dirigido a estos visitantes se está ultimando los detalles para la puesta en marcha de un moderno albergue que levantó junto al centro juvenil en las instalaciones de una antigua fábrica de curtidos. Y antes de abandonar la villa, los peregrinos no pueden irse sin degustar algunos de los platos más típicos de Noia, y en donde no puede faltar su producto estrella: el berberecho.
Historia, naturaleza y gastronomía vertebran el recorrido jacobeo que discurre por las empedradas calles noiesas que cada vez recorren más peregrinos.