
Llegó para echar una mano y ya es en una segunda madre para toda una generación
21 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Es imposible haber visitado el Emilio García y no haber encontrado a Inma Torres (Róterdam, 1972) echando una mano en algún lado. La presidenta más longeva del fútbol barbanzano ha renovado su compromiso con el Porto do Son por cuatro temporadas más. En parte, porque de momento no ve relevo a la vista, y, aunque lo diga con la boca pequeña, porque esto del fútbol ha terminado por gustarle.
-¿Cuántos años lleva ya al frente del club?
-Pues desde el 2013. Pero en el club ayudo desde el 2008.
-¿Cómo acabó en el Son?
-Empecé echando una mano porque mi hija mayor quiso jugar al fútbol. Estaba María Elena de presidenta y ayudaba en la cantina. Entré como vocal, después como secretaria y cuando se marchó Baltasar me quedé yo de presidenta.
-Y ahora cuatro años más.
-Se supone que sí. Nadie quiere coger estos cargos y no vamos a dejar el club tirado.
-No abundan los que se mojan.
-Da su trabajo y te tienes que romper la cabeza. No compensa.
-¿Su hija sigue jugando, por lo menos?
-La mayor no, tuvo una lesión el año pasado, rotura del ligamento cruzado, y lo dejó. Pero tengo otros dos que sí juegan. Mi hijo es el portero del equipo juvenil y la pequeña pasa a alevines. También es portera. Me salieron los tres futbolistas.
-No les quedaba otra.
-Para nada. Fue todo por mi hija mayor. ¡Y eso que iba a patinaje! Pero dijo que quería jugar al fútbol y ahí fuimos. El chaval y la pequeña también se engancharon después.
-Entonces no le queda otra que seguir.
-Eso es. Al estar ellos también, te da coraje dejarlo. Los niños están mejor haciendo deporte que por ahí. Ya sabes.
-Y cómo está el fútbol en O Son?
-Aquí tenemos un problema. Estamos en medio de Noia y de Ribeira y no es fácil. En la base tienes los niños de aquí, pero en cuanto vas subiendo de categorías nos es difícil competir. Ahora tenemos unos juveniles bastante buenos, pero después hay un problema, que rápido llegan los cazatalentos. Cada uno es libre, eh, no está mal que vean lo que hay fuera de casa. En nuestro caso la mayoría vienen de vuelta. A veces te corta el que se marche alguno, te produce problemas, pero bueno... Se hay que ir adaptando. Dentro de lo que cabe tenemos equipos en todas las categorías. Y eso que ahora hay más deporte, más variedad y no hay tantos niños como antes, pero vamos capeando.
-Hasta hay escuelas de surf.
-Mi hija pequeña va. No hubo campus de fútbol este verano y quiso apuntarse. Me dijo que en invierno quiere seguir, pero ya le dije que los sábados le toca jugar al fútbol.
-Pues la veo como presidenta de algún club de surf.
-No, no. En ese aspecto ya llegué al punto máximo. En la asamblea no se presentó nadie y en la situación actual, repito, no vamos a dejar al club tirado.
-Toca esperar a ver qué ocurre.
-Sí, sí, y como nosotros, todos. Todos nos vamos preguntando. Estamos en la misma tesitura. No hay entrenamientos ni fechas concretadas para volver. Ves que la cosa está empeorando y ¿quién corre el riesgo de poner a los niños a entrenar y que salte un caso? Yo no me responsabilizo.
-Normal.
-Todo los clubes preguntan. Me escribió el Crocha, el Cidade de Ribeira, el Bertamiráns... Están esperando a ver lo que pasa. Como tampoco se sabe lo que ocurrirá con las escuelas, no vamos a ir nosotros primero. Yo ya oí rumores de una huelga de los profesores el 1 de septiembre pidiendo más personal. Y si el colegio no funciona, el resto tampoco. Esta es una cosa que nos viene a perjudicar a todos, pero bueno, vamos sobre la marcha.
-Cuál ha sido la mejor parte que se ha encontrado en el fútbol?
-Que los niños disfrutan.
-¿Y la peor?
-Que a veces no acompañan los resultados.
-¿Qué tal ha sido la experiencia en un deporte dominado por los hombres?
-Nunca he tenido ningún problema por ser mujer ni he sentido discriminación en ningún aspecto. Al contrario, todo ha ido muy bien, incluso en el equipo de aficionados.
-¿Tiene fecha de caducidad?
-Mi idea era haberlo dejado este año, pero estos cuatro años sí que los voy a echar. Si viese que hay alguien más interesado cedería el cargo, aunque le echase una mano. Pero cedería mi puesto sin problema alguno.
-¿Qué tal ve el fútbol barbanzano?
-Bastante bien. Las escuelas de Boiro las veo muy bien y Ribeira también ha creado un proyecto similar. Llegado un momento nos tocará a Porto do Son. En Noia lo están haciendo con el Cruído. Ahora hay menos niños y no nos queda otra.
-¿Cuándo le tocará a Porto do Son? ¿Lo ve posible?
-Es un poco más difícil, pero para nada imposible. Llegado un momento todo es sentarse y hablar. Pero bueno, con calma.