Mariscadores de Rianxo devuelven al mar cinco toneladas de volandeira por su bajo precio

Jose Manuel Jamardo Castro
J. M. Jamardo RIBEIRA / LA VOZ

RIANXO

CARMELA QUEIJEIRO

La cofradía denuncia que la Xunta está concediendo permisos temporales a barcos que emplean en las capturas los rastros de la vieira y saturan el mercado

11 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La pandemia ha provocado una auténtica desestabilización en la práctica totalidad de los mercados productivos de la comarca. El sector pesquero no es ajeno a esta situación. Los precios de pescados y mariscos son como una montaña rusa. Suben y bajan con facilidad. La oferta y la demanda marca los ritmos. El cierre de muchos negocios de hostelería y las restricciones han provocado que productos frescos del mar no tengan la salida deseada. La volandeira es una de esas especies que está sufriendo los vaivenes de un mercado cambiante y que un día está en lo más alto y al siguiente apenas tiene demanda.

El patrón mayor de Rianxo, Miguel Iglesias, reconoce que la campaña del bou de vara está siendo muy extraña, especialmente en lo que a la captura de la volandeira se refiere, pues es la especie más abundante que se extrae con esta arte.

El bivalvo tiene bastante aceptación por parte de las fábricas de conservas de Galicia y al principio son las que prácticamente se llevan todo el producto. Sin embargo, y con el paso de las semanas, el interés disminuye al contar en sus almacenes con material suficiente.

Precio mínimo

La cofradía y los marineros pusieron un precio mínimo con la finalidad de mantener una cotización estable. «Acordamos non vender a menos de 1,30 euros o quilo. Hai uns días, tivemos que devolver ao mar o equivalente a tres xornadas, cerca de cinco toneladas de produto porque os compradores non querían pagar máis». Eso sí, la más grande, poca, superó los 8 euros.

El dirigente se mostró muy contrariado porque la Consellería do Mar concedió permisos a varios barcos del cambio temporal de modalidad para poder utilizar el rastro de la vieira para recoger volandeira. «Agora non se pode coller vieira e están dedicándose á volandeira, co que saturan o mercado e caen os prezos». Iglesias precisa que piden que no se den más permisos, pero «os que o teñen, que poidan ir a ela e máis aínda cando nin tan sequera hai un plan para a vieira», subrayó.

 Puesta en valor

Los marineros y la lonja de Rianxo tuvieron que poner en marcha una iniciativa para la puesta en valor del bivalvo. «Colocámolo en caixas. Vai limpo e lavadiño para que teña mellor presentación», explica el responsable de la entidad. Miguel Iglesias subraya que este año hay mucho recurso en la ría de Arousa por lo que no considera justo «que se estea a pagar tan pouco. Ademais, é de primeira calidade pero apenas ten demanda para a súa venda en fresco».

Las conserveras son su cliente principal, pero «tan pronto como enchen almacéns, non collen máis». También les está afectando que «moitas empresas da comarca van comprar a Cambados e iso que alí está máis cara».

Diariamente se extraen en Rianxo unas dos toneladas diarias de las que «máis do 80 % véndese á conserva. Para o consumo vai moi pouca, e agora menos, polo peche da hostalería».

El pósito reclama que se pueda extraer en verano

El patrón mayor no entiende cómo en los tiempos actuales y con los problemas que está causando la pandemia en el sector las Administraciones no buscan fórmulas para mejorar la venta de productos como la volandeira que en invierno no tiene demasiado tirón para su venta en fresco. Miguel Iglesias cree que sería conveniente dejar una parte de la ría cerrada y abrirla solo en verano pues es en esta época cuando la demanda sube por los turistas. «Este é un produto barato que ten boa saída no verán. Varios depuradores comentáronme que venden moita procedente de Chile e que custa sobre sete euros o quilo, polo que poderiamos aproveitar ese tirón».

LOS DATOS

46.205

 Kilos

Que pasaron por la lonja desde la apertura de la campaña

98.781 €

Importe

Facturación de la volandeira desde el 2 de noviembre

2,14 €

Precio medio

La más cara llegó a 8,7 euros y la más barata a 1