«Non podo levar unha embarcación de dez metros cada día para a casa»

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

RIBEIRA

CARMELA QUEIJEIRO

Carolina Rivas pide mayor vigilancia en el puerto de Ribeira, después de que tres barcos hayan sufrido nuevos robos

04 dic 2018 . Actualizado a las 12:19 h.

Carolina Rivas y su marido, Víctor Martínez, acaban de sumar su cuarta denuncia por robos sufridos en su embarcación, con base en el puerto de Ribeira. De madrugada, cuando el hombre iba a iniciar su jornada laboral, se encontró con la desagradable sorpresa de que faltaban la totalidad de las cajas empleadas para transportar el pescado, nada menos que 120. No es la primera vez, ni ellos los únicos afectados en este último suceso. Su mujer asegura que esto no ocurriría si hubiera más vigilancia en el puerto: «Non podo levar unha embarcación de dez metros cada día para casa».

A otros dos barcos también les desaparecieron los envases. En total, los ladrones se hicieron con un botín de unas 450 cajas, lo que a nivel económico supone para los afectados unas pérdidas totales de 1.800 euros, ya que cada envase de plástico nuevo cuesta cerca de cuatro euros. En el mercado de segunda mano, el precio se reduce hasta 1,50 euros.

Para poder salir a faenar, Víctor Martínez pidió prestadas 70 cajas a otro barco, con el agravante de que las que le robaron tampoco eran suyas, sino que se las había alquilado a la lonja. Su mujer comenta que, en sucesivos robos, los ladrones fueron cogiéndoselas todas y decidieron no comprar más: «Agora terei que facer o desembolso para mercalas e devolverllas á rula e, por riba, continuar arrendándoas».

Y este no es el único percance sufrido, ya que Carolina Rivas explica que, hace poco, «a punto estivo o barco de ir ao fondo porque alguén o amarrou á escaleira. A marea subía e entráballe toda a auga».

Intranquilidad constante

Al armador Rubén Martínez también le desaparecieron 200 cajas la pasada noche. En su cerquero lleva cerca de 800, lo que evitó que tuviera que andar pidiendo recipientes, pero ayer se mostraba visiblemente molesto con la inseguridad existente en el muelle ribeirense: «Non podemos estar tranquilos na casa. Os barcos son unha propiedade privada». El profesional se preguntaba: «¿Que pasa se un día lle ocorre un accidente a un destes delincuentes cando está nunha das embarcacións?. Portos cobra por todo, e cando hai un percance lávase as mans».

Y de la acción de los ladrones en este tráfico negro de cajas que parece estar cobrando auge en Ribeira no se libra ni la propia lonja. El gerente, Fernando Carreira, confirmó ayer que personal de la rula pilló el fin de semana a unas personas que se habían apropiado de una veintena de envases plásticos y que, al parecer, consiguieron acceder al almacén de la instalación.

Las quejas por la falta de vigilancia van en aumento, así como por la desprotección en la que consideran que están los barcos: «Cada día hai algún incidente».

Desde el ente autonómico de Portos de Galicia recalcaron que la seguridad no entra dentro de sus competencias. También precisaron que cobra por los servicios que presta, como luz, agua y amarres, pero no por la vigilancia, ya que no constituye una de sus atribuciones.

El patrón mayor asegura que el puerto debe blindarse para proteger al sector

Los nuevos robos han servido para reforzar una demanda que el patrón mayor, José Pérez, tiene desde hace tiempo: «Hai que blindar o porto de Ribeira». El dirigente explica que, ante la indefensión en la que se encuentran los profesionales y la proliferación de sucesos, es necesario articular medidas para que solo personal autorizado pueda acceder a las instalaciones o, al menos, poner freno la sucesión de actos delictivos que se están cometiendo. José Pérez comentó que su propósito es abordar esta cuestión con el alcalde, pero adelantó que, bajo su punto de vista, la alternativa pasa por cerrar el muelle. Desde Portos de Galicia indicaron que están dispuestos a aplicar medidas de este tipo, como se ha hecho en otros lugares, pero que para ello debe haber consenso.