
D eambulaba el veraneante ocioso entre los puestos del mercado de Ribeira cuando la visión de un pescado le trajo a la memoria recuerdos de comidas gloriosas protagonizadas por aquel pez, el sanmartiño, con guisantes de la huerta del vecino y patatas. Aunque al horno tampoco está nada mal. La voz de la pescadera lo devolvió a la tierra: «A treinta euros el kilo».
San Martín de Tours está presente en dos hitos de nuestra gastronomía, el mencionado pescado y la matanza del cerdo, que solía hacerse sobre el 11 de noviembre, festividad del santo.
El sanmartiño es el Zeus faber, un pescado feo, de color entre oliva y amarillo, con una mancha negra en el costado con la que al parecer confunde a sus presas. En castellano se conoce como pez de san Pedro. Según la leyenda, este pescó un ejemplar, pero decidió devolverlo al mar. Para ello lo sujetó con el índice y el pulgar, que dejaron las marcas que hoy lo caracterizan. Otra versión es que el santo lo cogió para sacarle de la boca una moneda de oro. Por aquí se ha atribuido esta historia a san Martiño. De ahí el nombre gallego de tan excelente bocado.
El sanmartiño tiene en Galicia otros nombres, como galo y galo de mar, por la aleta dorsal, que semeja una cresta. El pez de san Pedro del castellano también se conoce como gallo de san Pedro.
San Martín también da nombre a la matanza del cerdo, que tradicionalmente se hacía a mediados de noviembre. En castellano es el sanmartín, sustantivo difundido en el dicho «A cada cerdo le llega su sanmartín». Con él viene a decirse que quien ha actuado mal recibirá tarde o temprano su castigo. «Su San Martín se le llegará como a cada puerco», exclamó con despecho don Quijote cuando en una imprenta le dijeron que estaban preparando la Segunda parte del ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, que resultó ser la versión apócrifa de Avellaneda. La Academia Española prescinde de «a cada cerdo», con lo que la frase es aplicable incluso a personas sin tacha, a las que algún día también les tocará sufrir.
En Galicia, el que fue obispo de Tours aparece en muchos refranes, desde el «A cada porco lle chega o seu San Martiño» hasta «Ó chegar o San Martiño, mátase o porco e próbase o viño».