El vacío y la meta

Emilio Sanmamed
Emilio Sanmamed LIJA Y TERCIOPELO

RIBEIRA

Campus Sur de la Universidade de Santiago de Compostela (USC)
Campus Sur de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) Tania Valencia

Sé constante, sé honesto y sé justo con tus propias cicatrices

31 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Muchos chavales de Barbanza empezarán, seguirán o abandonarán estudios en un mes, me gustaría hablarles desde mi experiencia como alumno al que se le atragantó la carrera. Yo tardé demasiado en acabar farmacia. Sufrí con ella una barrera psicológica más que intelectual, que diría Freud; o fui un chuzas y un palanquín, que diría mi padre. La cuestión es que delegué muchas responsabilidades que me correspondían a mí a la carrera

Me siento insatisfecho por la carrera, no escribo por la carrera, estoy gordo por la carrera, lancé globos de agua con ácido a los ancianos del parque por la carrera... Y un día la carrera se acaba y ya no quedan escudos. Toda esa idealización sale volando y te quedas alrededor de una fogata con los problemas que vinculabas a la USC pero que no eran de la USC, esos problemas son como viejos colegas que ya no se creen tus trolas. Ese vacío post-meta fue mi depresión post-parto. De ahí aprendí que la felicidad es más un hábito que una meta.

Como soy padre y ya no puedo ser un poeta maldito, ni un maldito poeta, no quiero convertir este texto en otra manidísima oda al fracaso, ni en la guía de Paulo Coelho para universitarios atribulados, solo quiero deciros que la vida no es una hoja de Excel, que cerrar etapas no da respuestas sino que abre un abanico de nuevas preguntas.

Sé constante, sé honesto y sé justo con tus propias cicatrices. Porque al final uno se cansa de contar sus traumitas a la camarera del Momo mientras se atraganta con una croqueta de centolla.

Procura que al acabar la carrera todavía te reconozcas en el espejo.