De la anomalía seca a una húmeda: Galicia se enfrenta a un «latigazo hidroclimático»

SOCIEDAD

Imagen del frente al noroeste de Galicia que cruzará este domingo la comunidad
Imagen del frente al noroeste de Galicia que cruzará este domingo la comunidad Windy

La próxima semana se acumulará en la comunidad gallega más cantidad de agua que en todo el verano

18 oct 2025 . Actualizado a las 13:19 h.

En California hay dos fenómenos meteorológicos que explican en buena medida por qué el clima tiende habitualmente hacia los extremos. Por una parte el anticiclón del Pacífico, que favorece las sequías, y por otra los ríos atmosféricos que transportan humedad desde las regiones tropicales y que provocan inundaciones.

La comunidad científica acuñó un concepto para describir esa facilidad del clima californiano para oscilar bruscamente entre la sequía y las lluvias intensas. Lo llaman «precipitation whiplash», un término que puede traducirse como «latigazo hidroclimático». El concepto surgió en el 2018, cuando un grupo de investigadores de la Universidad de California publicó en Nature Climate Change un estudio que mostraba cómo el cambio climático no solo altera el patrón de precipitación en la costa oeste de Estados Unidos, sino también la frecuencia y la intensidad de las transiciones súbitas entre tiempo seco y húmedo. Desde entonces, la investigación ha avanzado y el término se ha ampliado a escala planetaria. En el 2025 se confirmó que la volatilidad hidroclimática global ha aumentado entre un 30 % y un 60 % desde mediados del siglo XX, y que seguirá intensificándose a medida que el planeta se caliente.

Galicia ya ha registrado algunas de estas transiciones. En octubre del 2022, como el resto de la Península, se encontraba en una situación de sequía prolongada. Sin embargo, a mediados de mes cambió por completo el patrón meteorológico y empezaron a llegar las borrascas. Octubre acabó con una precipitación media de 223 litros por metro cuadrado, un 36 % por encima del valor normal,  el más húmedo desde el 2013. Las lluvias persistentes de la segunda quincena dieron paso a un noviembre todavía más lluvioso, con una media de 255 litros por metro cuadrado, un 50 % superior a lo habitual, el más húmedo desde el 2019. Aquel cambio marcó el inicio de una tendencia húmeda que se mantendría en el 2023. 

Galicia está a punto de registrar un episodio que encaja con un latigazo hidroclimático, aunque más breve. En cuestión de unas horas pasará de una intensa anomalía negativa de precipitación a otra positiva. Para entender el cambio que se avecina, repasemos lo que ha sucedido durante los últimos meses. 

La comunidad gallega viene de un verano que ha sido muy cálido y seco. Entre junio y agosto apenas acumuló 51 litros por metro cuadrado, un 62 % menos de lo habitual, según datos de MeteoGalicia. Fue el trimestre más seco desde 1981. Junio fue especialmente árido, con un 68 % menos de precipitación de lo normal, y ni julio ni agosto lograron revertir la tendencia ya que ambos cerraron con porcentajes de 55 y 58 % inferiores a la media.

A la escasez de lluvia se sumaron además unas anomalías térmicas positivas de hasta 3 grados que aceleraron la evaporación del suelo y el descenso de los caudales fluviales. En agosto, una ola de calor persistente entre los días 2 y 17 agravó aún más la sequía meteorológica. Debido a la ausencia prolongada de precipitación, la Xunta declaró en agosto la prealerta por «escasez moderada de agua» que hoy afecta a una treintena de municipios.

Sin embargo, el escenario meteorológico está a punto de dar un vuelco. El anticiclón de bloqueo desaparece del mapa y asoman las borrascas. Y parece que vienen con la intención de recuperar el tiempo perdido. 

Este domingo, llega un primer frente que dejará precipitaciones abundantes, especialmente en la mitad oeste, donde la lluvia se recibirá como «agua de mayo». La Agencia Estatal de Meteorología avisa de que en el oeste de la provincia de A Coruña se acumularán al menos 40 litros por metro cuadrado en el plazo de 12 horas. La imagen satelital que subió ayer MeteoGalicia a sus redes sociales permite observar la envergadura de la estructura que traerá la lluvia. 

La previsión para el resto de la semana anuncia un tren de borrascas que traen de la mano nuevos frentes bastante activos. El primero cruzará la comunidad el lunes por la noche y dejará lluvias durante la madrugada del martes, de nuevo con más intensidad en la mitad oeste. El resto de la jornada del martes seguirá lloviendo de forma generalizada y moderada. 

 

El siguiente frente no tardará ni 24 horas en presentarse, el miércoles por la noche. Barrerá la comunidad de oeste a este y, de nuevo, descargará con fuerza en las Rías Baixas y en el suroeste coruñés. La influencia de este frente se extenderá toda la jornada del jueves, un día muy lluvioso también. 

La previsión de acumulación de lluvia del modelo europeo ECMWF sostiene que la semana que viene podría llegar a acumularse entre 200 y 300 litros por metro cuadrado, sobre todo en el extremo oeste. En unos pocos días lloverá lo mismo en Galicia que en todo el verano, un salto brusco que refleja la dinámica del latigazo hidroclimático: pasar de la escasez al exceso en cuestión de días y que es bienvenido.