La estratosfera se está calentando y afectará a Galicia

Xavier Fonseca Blanco
xavier fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

BIODIVERSA GALICIA

carlos castro

El debilitamiento del vórtice polar provocaría episodios de bajas temperaturas, nieve y temporales atlánticos para las próximas semanas

08 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Algo se cuece en la estratosfera. La temperatura del aire en esta capa de la atmósfera, situada entre los doce y los cincuenta kilómetros de altura, se mantiene en torno a los ochenta grados bajo cero. Sin embargo, la interacción con la capa que tiene justo por debajo, la troposfera, está elevando su temperatura. Los modelos indican que ese aumento irá intensificándose durante las próximas semanas e incluso podría producirse un calentamiento súbito. «Este fenómeno ocurre cuando en muy poco tiempo, en torno a cinco días, puede llegar a aumentar hasta cincuenta grados en la región estratosférica polar», explica Blanca Ayarzagüena, investigadora del Instituto de Geociencias del CSIC Universidad Complutense de Madrid. La previsión apunta a que el termómetro a partir del día veinte de diciembre se va a situar alrededor de los treinta grados bajo cero.

Este repentino calentamiento tendrá consecuencias directas en la dinámica del vórtice polar, el cinturón de vientos que en esta época del año confina en el extremo norte un aire que está muy frío debido a la escasa radiación solar. «El vórtice, en lugar de estar redondeado y concentrado en la zona polar, se estira y se desplaza fuera de su posición natural», añade la investigadora. Si el vórtice polar se debilita, el aire frío llegará a latitudes medias y eso afectará a la meteorología. Se espera, por ejemplo, un descenso notable de las temperaturas, que sería más acusado en el interior de Europa. «En Galicia más que un notable descenso térmico habrá un aumento de la precipitación. El camino que siguen las borrascas desciende en latitud, de tal forma que todas las que llegan ahora al norte de Francia y sur de las Islas Británicas nos llegaría a nosotros», reconoce. No se descarta que algunas de esas borrascas puedan dejar además de lluvia, nieve, aunque esto dependerá de cómo encaje cada pieza.

Los calentamientos súbitos de la estratosfera son habituales pero suelen registrarse entre enero y febrero. Este evento llega antes de lo previsto. «Efectivamente es un poco pronto para que se produzca. No es la primera vez que ocurre pero ha pasado muy pocas veces», reconoce. Falta saber también con qué intensidad se va a desarrollar finalmente el calentamiento y si incluso podría llegar a romper el vórtice polar, algo que alteraría por completo la circulación atmosférica, tal y como ocurrió el pasado mes de febrero. «Yo personalmente soy escéptica, aunque los modelos están diciendo que es posible que sí vuelva a producirse», advierte. Precisamente Blanca Ayarzagüena ha participado en un artículo publicado en la revista Geophysical Research Letters de la American Geophysical Union, en el que se detallan los efectos que tuvo aquel fenómeno durante el último invierno. Las intensas y persistentes lluvias, que se prolongaron hasta bien entrado el verano y que afectaron no solo a Galicia sino a toda la Península fueron clave para poner fin a la peor sequía de los últimos cincuenta años.