La energía que viene será verde, bonita y barata

F. Fernández LA VOZ

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El operador del mercado eléctrico constata que la revolución renovable y el autoconsumo abaratarán los precios

14 nov 2019 . Actualizado a las 19:08 h.

Las energías renovables ya sacian, de media anual, el 40 % de la demanda de energía eléctrica de los consumidores. Pero en el 2030 alcanzarán el 74 %. Es al menos la meta marcada en el plan nacional de energía y clima, elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica, en línea con los objetivos de la Unión Europea.

El panorama dentro de diez años será casi totalmente verde, y se completará con el cierre total de las centrales de carbón y la continuidad de las de ciclo combinado (con gas natural) como respaldo del sistema eléctrico. Al mismo tiempo, la generación será distribuida, es decir, hogares, industrias y comunidades de vecinos dispondrán de sus propias instalaciones de producción para autoconsumo. 

Los consumidores no solo contaminarán menos, también ahorrarán dinero. El director de seguimiento del mercado eléctrico, Juan Bogas, avanza que «los precios [de la electricidad] van a bajar», aunque «nadie sabe cuánto». Y será así porque «va a haber más ofertas y más baratas. El coste del combustible de las renovables es casi nulo y el de funcionamiento es muy, muy bajo». Sin embargo, «también va a haber mayor diferencia de precios. En los momentos en que tengamos una producción renovable importante va a haber muchas horas baratas, pero también las habrá muy caras porque tiene que haber detrás de las renovables una generación firme (posiblemente los ciclos combinados), que tendrán un número de horas de funcionamiento muy reducido y tienen que recuperar su coste de inversión, de lo contrario no serán rentables y tendrían que cerrar».

Bogas participó en Santiago en un seminario sobre generación eléctrica distribuida organizado por la Fundación Naturgy.

El responsable de seguimiento del operador del mercado, OMIE, también resaltó que el autoconsumo acabará con el «consumidor cautivo» y permitirá protegerse contra esos picos de precios. «Nos va a interesar tener sistemas de almacenamiento para afrontar la diferencia que va a haber entre ese precio muy bajo de las renovables (2,3, 4 o 5 euros el megavatio hora) y el de un ciclo, que a lo mejor va a tener que pedir entre 100 o 200 euros para compensar el pago de emisiones de CO2».

Bogas precisó que «evidentemente nadie se va a preocupar de mirar el precio a las dos de la tarde, para eso se instalarán sistemas automáticos digitales. El consumidor lo que va a tener que decir es si quiere cargar el coche eléctrico a las ocho de la mañana, o cuándo encender la calefacción».

La hegemonia renovable (sobre todo de fotovoltaica y eólica) provocará que las horas nocturnas dejarán de ser las más baratas. Según Bogas, «la punta de precio en verano serán las ocho de la mañana, y las horas baratas serán las 11, 12 o 13, cuando hay más sol y la eólica es más constante».

«La eólica del mar del Norte la estamos consumiendo aquí»

El mercado mayorista funciona a nivel europeo desde febrero del 2014, explica Bogas. «Se hace una casación común de precios en 22 países, compartimos las renovables. La eólica marina del mar del Norte hoy la estamos consumiendo aquí, estamos interconectados con Francia, con Alemania... En un porcentaje que irá incrementándose para que en el 2030 compartamos 8.000 megavatios».