Dos promesas británicas

RUBÉN VENTUREIRA

CARBALLO

CRÍTICA MUSICAL | O |

01 abr 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

Más cerca de Travis que de Coldplay, Budapest. Enésimo grupo británico con cantante atormentado (la vida es un dolor, soy joven pero cuánto sufro y en ese plan). Lo mejor, su vocalista y compositor. John Garrison se llama. Guapetón, solidario (mencionó el caso Prestige ) y con un tono estremecedor. Algo ha sufrido el chaval (el primer guitarrista del grupo se suicidó), así que no estamos ante una pose. Al muerto dedican su primer disco, el que los trajo por aquí. Concierto de largos desarrollos instrumentales, pecó por momentos de sobredosis de languidez. Pero prometen estos cinco chavales: seguro que sacarán un gran tercer disco. Los teloneros, Hope of the States, son tan buenos que algún despistado que llegó tarde creyó que estaba escuchando al cabeza de cartel. Banda de pop con violinista, podríamos catalogarlos como unos Mercury Rev alegres. Turno para el cotilleo. Budapest vivió A Coruña antes (firmaron discos en dos tiendas) y después (se les vio a altas horas en el Orzán) del concierto. Ayer, los muchachos se concedieron un homenaje gastronómico en Pablo Gallego. Sobre el escenario y delante de una mesa, tienen buen gusto. Budapest y Hope of the States.