Todavía no hay fecha para que empiecen los trabajos de consolidación de la zona conocida como barrio de extramuros del castro de Borneiro, aunque la empresa adjudicataria también realizará excavaciones en una zona inédita del conjunto arqueológico, además de revisar las efectuadas anteriormente. El comienzo de la obra depende de la autorización de Patrimonio de la Xunta, que sacó a concurso los trabajos a finales de junio y el plazo para presentar las ofertas, que fueron varias, concluyó en la primera semana de julio.
A pesar de ello, la contratación del equipo que se ocupará de las labores no se produjo hasta hace unos días, lo que retrasará el inicio de los trabajos.
Esta cuestión preocupaba ayer a Fidel Méndez, el arqueólogo propietario de la firma que ejecutará el proyecto -Patrimonio e Arqueoloxía Servicios Técnicos-, debido a que existe el temor de que la lluvia impida algunas actuaciones.
El equipo de Fidel Méndez, que será dirigido por Luis Francisco López González, volvió ayer al castro de Cabana para comprobar una vez más la situación en que se encuentra la zona. Esta es la cuarta vez que va al yacimiento antes de que se inicien los trabajos.
Excavaciones
El castro ha sido excavado en varias ocasiones. Primero lo hizo, en 1933, Sebastián González García Paz. Después, entre 1968 y 1971 estuvo Jorge Juan Eiroa, y finalmente trabajó allí Ana Romero Masiá, en los años ochenta. Sin embargo, el área en que se realizará la actuación está casi sin tocar desde la primera campaña, por lo que será preciso volverla a excavar. Fidel Méndez aseguró ayer que además de eso se realizarán catas en áreas próximas en las que nunca se trabajó, con el fin de «contextualizar los hallazgos».
De todo modos, la labor más importante es la consolidación de los muros de la zona baja, que están igual que en la primera actuación, hace más de setenta años. Esta situación ha provocado que la situación de los muros sea muy precaria.
Según explicó Fidel Méndez, las paredes corren serio peligro de derrumbe y es posible que caiga alguna de ellas durante los trabajos, pero, según el arqueólogo, se reconstruirán sin dificultad.
Para la ejecución de todo el proyecto hay un plazo de 40 días y los datos de las excavaciones tienen que estar en manos de Patrimonio a finales de noviembre. Los elementos arqueológicos que aparezcan serán enviados a un museo, posiblemente al arqueolígico de A Coruña, en el Castelo de San Antón.