Las protecciones de la voladura que mató al guardia en Corme eran insuficientes

CARBALLO

03 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El accidente laboral que le costó la vida a un vigilante de seguridad el viernes pasado en Corme pudo deberse, según fuentes de la investigación, a que la carga explosiva empleada en la voladura encontró en la roca una veta más blanda de lo habitual.

La deflagración producida por los cartuchos de Goma 2, en lugar de fracturar el terreno de manera regular, lanzó las piedras en una sola dirección por el punto más endeble del talud. El fragmento rocoso salió despedido a una distancia de varias decenas de metros e impactó en el cuerpo del operario que, acto seguido, cayó de bruces sobre el montículo pedregoso en el que se encontraba.

En el punto exacto del impacto, que estaba cubierto de sangre, la roca presentaba aristas muy salientes por lo que los especialistas en explosivos de la Guardia Civil deberán determinar si la causa concreta de la muerte fue la primer fragmento rocoso o si, por el contrario, el óbito se produjo a consecuencia del golpe contra el suelo.

En cualquier caso, los investigadores descartan que la empresa Voladuras Carmona, encargada de los desmontes, emplease una carga excesiva de Goma 2. Achacan lo sucedido a las condiciones particulares del terreno en el que se realizó la voladura. Sin embargo, también señalan que el accidente no se habría producido de haber tomado mayores precauciones.

En el momento que se hizo la detonación, la roca que tenía los cartuchos estaba tapada con una manta de goma, sujetada a una excavadora, según confirmaron varios trabajadores que se encontraban dentro de la obra. Sin embargo, como la zona de la voladura era prácticamente una pared vertical, la plancha fue insuficiente para cubrir toda el área y no detener las piedras desplazadas por la onda expansiva. Una de ellas salió disparada en trayectoria ascendente, con el resultado ya conocido: la muerte en el acto de Jacobo Rodríguez Cortes, un guardia de seguridad de 32 años, natural de Arteixo, que realizaba labores de vigilancia para la empresa Prosegur.