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Unanimidad sobre el deslinde entre Carballo y A Laracha

Cristina Abelleira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

La comisión intermunicipal concluyó el proceso de reajuste de los límites

15 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La comisión de deslinde entre Carballo y A Laracha celebró ayer su tercera y última reunión, porque los representantes de ambos concellos alcanzaron un acuerdo, y además unánime, sobre los puntos en los que había más dudas. Todos los participantes destacaron la voluntad de acuerdo que ha presidido el proceso, en el que, además de los representantes políticos de ambos ayuntamientos, intervinieron técnicos y los vecinos de más edad de las zonas en discusión, que jugaron un papel muy importante tanto en las reuniones como en las sesiones de trabajo de campo por los 30 puntos de amojonamiento.

Precisamente, uno de los próximos pasos será la colocación de los marcos en los lugares establecidos. Además, el acuerdo alcanzado ayer por la comisión tendrá que ser ratificado por ambas corporaciones municipales. La carballesa se reunirá el 1 de julio (el pleno ordinario de junio ha sido aplazado debido a la celebración de las fiestas de San Xoán) y la larachesa, a finales del mismo mes.

El larachés José Ramón Tasende Loureiro ha sido el encargado del trabajo técnico, que, desde su punto de vista, ha consistido más en un ajuste que en una modificación de los lindes, «porque había indefinición porque as cartografías non existían; basicamente había dúas liñas que non eran coincidentes», explicó. De hecho, puso como ejemplo el caso de unas viviendas de A Piña que no pertenecían ni a un concello ni al otro. Esta situación ha quedado solventada, de manera que las casas de la zona norte pasan a integrarse en la parroquia larachesa de Vilaño, y las de la zona sur y la capilla se quedan en la carballesa de Sofán.

Cambios

A Piña ha sido el punto de mayor discusión a lo largo del proceso de deslinde, iniciado en el año 2009, pero en total se ha llevado a cabo la revisión de una treintena de mojones, lo que ha obligado a realizar una intensa labor de campo, ya que los datos que manejaba la comisión databan de 1947. En la mayor parte de los casos la línea divisoria se mueve hacia un lado o hacia otro en zonas deshabitadas, pero el «axuste» al que se refiere el técnico también ha afectado a núcleos. En concreto, entre las parroquias de Montemaior y Sofán ha habido dos cambios, uno en la zona de Santa Margarida, donde el trazo se ha adaptado al camino, y otro entre As Cerqueiras y Troián, donde la modificación se realizó para evitar, precisamente, que el linde atravesase una única propiedad. En el ámbito de Entrerríos se adaptó el límite al vial que conduce al Muíño do Quinto, de manera que el núcleo permanece en Carballo y a partir del cruce el suelo ya es larachés. También se adaptó la línea en el entorno de A Xesteira para evitar que afectase a las casas de O Cadaval.

Tasende Loureiro señaló que las variaciones, que considera de escasa importancia, implican finalmente a «dúas ou tres vivendas».