
La alcaldesa tacha de «incríble» que se pierdan los 18.000 euros de ayuda
01 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.La disolución de Capacee y la imposibilidad de un acuerdo con Cáritas para que se hiciese cargo del dinero aportado por al Deputación de A Coruña, que parece irreversible, ha supuesto un duro golpe para el comedor social de Cee, en el que se atiende a diario a más de 40 familias. Sin embargo el servicio, al menos de momento, podría seguir funcionando gracias al trabajo desinteresado de los voluntarios de Cáritas y al apoyo de algunos organismos como el Banco de Alimentos.
¿Qué supone la pérdida de este dinero?
Que el comedor no podrá contar con los 18.571 euros aportados por la Deputación de A Coruña para su acondicionamiento y adecuación. Ese dinero hay que devolverlo, ya de manera irremediable como apuntan todas las partes, pero puede hacerse porque los responsables de Capacee no han tocado ni un euro de él y lo tienen depositado en una cuenta del Banco Gallego.
¿Cómo puede seguir entonces el servicio?
Aunque hace una labor similar al comedor de Vilagarcía, por ejemplo, donde hay cuatro empleados, en Cee no cobra nadie. Las personas que recogen, clasifican, conservan y cocinan la comida son voluntarios de Cáritas, que se turnan y, en muchos casos dedican el tiempo equivalente a una jornada laboral. Los productos vienen fundamentalmente del Banco de Alimentos de A Coruña y también de un buen número de donantes particulares, que constituyen la base de los insumos que tiene el comedor.
¿Cuál es el origen de todo este problema?
La asamblea extraordinaria de Cáritas del 27 de mayo decide que los cargos directivos de la entidad no pueden estar ostentados por las mismas personas que los de Capacee, que era la fórmula hábilmente elegida para mantener unidos los dos organismos en cuanto a gestión, administración, contabilidad y responsabilidad sin necesidad de recurrir a otros procedimientos mucho más complejos y de difícil encaje entre una sociedad civil y otra eminentemente religiosa que se rige por normas muy distintas.
¿Qué solución se buscó?
Los responsables de Capacee propusieron que Cáritas asumiese el control del dinero, que alguno de sus muchos miembros se responsabilizase de la gestión y de rendir cuentas durante los diez años a los que obliga la Deputación, pero no hubo acuerdo. Ante esta tesitura, los integrantes de Capacee se negaron a responder por unos fondos de los que no pueden tener el control, ni saber a ciencia cierta como se emplean. Una decisión que el gobierno provincial entiende como lógica. De ahí que se hayan abierto las vías para la devolución de la ayuda.
¿Hay problemas personales de fondo?
Las partes lo niegan y, además, tampoco existen dudas de que el trabajo realizado hasta el momento o el que está en marcha actualmente presente deficiencias. El comedor y Cáritas solo reciben alabanzas, sobre todo por la labor desinteresada de los voluntarios. Cosa distinta es el aspecto de la gestión y las responsabilidades, en la que los directivos de Capacee creen que no se ha sabido estar a la altura, porque las altas instancias de Cáritas y el párroco de Cee, como responsable último a nivel local, no comprenden la necesidad de que quien gestiona el servicio debe ser también quien responda por él. Una cuestión que entienden como completamente lógica.
¿Existió ocultación de información?
Como destacan desde Capacee resulta absurdo afirmar algo así, puesto que los cargos de las dos entidades son los mismos intercambiados y es conceptualmente imposible que una persona se oculte información a sí misma. Además, en la firma de los distintos convenios han estado representantes de todos los organismos, incluida la Iglesia por medio del párroco. Aparte, el propio arzobispo de Santiago, Julián Barrio, participó en el acto religioso de bendición del comedor en el año 2011. En definitiva, todos eran conscientes de cuál era la naturaleza de Capacee y su finalidad: optar a las ayudas públicas a nivel local que, por su propia naturaleza, no puede recibir Cáritas.
¿Quedan opciones de que el dinero no se pierda?
Ninguna. El nuevo tesorero de Capacee, Modesto Rivas, lo ha dejado claro. La decisión es irrevocable puesto que no hay posibilidades de entendimiento y a ellos no les queda otra opción más que plegar velar y devolverle el dinero a la Deputación. Por suerte la cantidad está íntegra y no debería dar lugar a más problemas burocráticos. Eso sí, todos coinciden en que es una pena perder unos fondos tan necesarios para la actividad social más importante que se puede realizar, que no es otra que dar de comer a quien no tiene medios para ello.
¿Qué dice la Administración?
Zaira Rodríguez, que en este caso habla por las dos partes ya que es la alcaldesa de Cee y la responsable de Servizos Sociais de la Deputación califica de «incríble» que se pierda el dinero y lamenta que no se haya llegado a un acuerdo, porque le consta que se produjeron varias reuniones con el objetivo de que alguien de Cáritas se hiciese cargo de Capacee. Entiende como «normal» que personas que no llevan la gestión de un dinero rechacen responsabilizarse por él y detalla que «son moitas as entidades parecidas en toda a provincia» las que reciben este tipo de ayudas. Destaca que lo que se le pide está dentro de lo común en el uso del dinero público y no es más que llevar las cuentas al día por si resulta necesario presentárselas a cualquier técnico.
¿Qué va a hacer?
Rodríguez incide en que la Administración en este caso no tiene margen de maniobra alguno. Lo único que le queda es cumplir con la normativa, como con cualquier otra entidad, y acceder a que se devuelvan los fondos entregados a Capacee.
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