El zorro se hace necesario como vector limitador de la enfermedad de Lyme

C. Viu / Jamardo CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Un estudio holandés señala que a más depredadores de ratones, menos infecciones

13 feb 2019 . Actualizado a las 16:08 h.

En la guerra por el zorro rojo no solo están los cazadores y los animalistas. Los científicos han entrado en la batalla a través de un estudio holandés expuesto en un vídeo del canal De re naturae, en el que se pueden ver imágenes de los cánidos y comentarios del veterinario corcubionés Francisco Lema Fuentes, que muestra varios ejemplares de zorro rojo en Corcubión.

El informe pone de manifiesto el papel que juega este depredador en la limitación de la enfermedad de Lyme, que se contrae mediante la picadura de una garrapata y que tienen graves consecuencias para el ser humano. Su incidencia se ha incrementado notablemente en España, sobre todo en la zona norte. Uno de los motivos puede ser el aumento de la afición a salir al campo, para practicar deporte, senderismo, recoger setas o simplemente pasear.

El zorro es un gran depredador de pequeños roedores, que son los primeros huéspedes de las garrapatas (de pequeñísimo tamaño) infectadas por la bacteria borrelia burgdorferi. Su papel, junto con el busardo ratonero y la lechuza común, es el control de los ratones, lo que elimina muchas posibilidades de ser picado por un insecto con la bacteria y, por tanto, contraer una enfermedad que se ha dado a conocer por las personas famosas que la han contraído.

Más de la mitad de los que han sido picados ni se han dado cuenta y los síntomas más graves se presentan meses o años después, lo que dificulta el diagnóstico.

Para el veterinario y naturalista corcubionés, los depredadores como el zorro juegan un papel fundamental como selectores naturales de poblaciones.

«Esta xente non sabe o que é o mundo rural»

Los montes de Carnota y Muros fueron escenario hace unas dos semanas de un conflicto de intereses entre animalistas y cazadores. Se disputó el campeonato gallego de caza del zorro y los defensores de los animales acudieron a la zona para intentar evitar el torneo y la muerte del animal. Hubo tensión y también insultos, pero no pasó a mayores. Arancha Rubio, una de las críticas que acudieron al lugar para mostrar su rechazo a esta actividad, señaló que tuvieron problemas para realizar su protesta, pues había un despliegue importante por parte de las fuerzas del orden que «impedía o paso por algúns camiños».

Uno de los objetivos de la protesta era intentar reducir la matanza del zorro y, según explicó, «creo que o conseguimos».Con su presencia en los montes de Carnota y Muros lo que intentaban era estar en contra de la caza, de que se maten animales y también de que se restrinjan zonas en los montes que son de todos y por las que no se puede andar cuando están cazando. Arancha Rubio insistió en que no entiende el motivo de este tipo de cacerías cuando no hay datos estadísticos ni informes de biólogos y veterinarios que digan que hay superpoblación de esta especie.

Muchos problemas

El presidente de la asociación de cazadores de Carnota, Miguel Cambeiro Blanco, fue muy crítico con la presencia de los animalistas durante la jornada del campeonato gallego de caza que tuvo lugar en la zona el pasado 26 de enero. «Tivemos bastantes problemas con eles para poder celebrar o campionato con normalidade». El portavoz del colectivo carnotano indicó que los que acudieron a protestar y que se oponen a estas actividades «non saben o que é o mundo rural e creo que tampouco saben moi ben o que queren».

Miguel Cambeiro explicó que la población de zorro tiene que estar controlada pues si hay muchas piezas pueden hacer daño. «A min o lobo non me fai dano pero hai xente á que llo fai e por iso débese controlar o número de exemplares nos montes».

El presidente de la entidad cinegética hizo un balance de la jornada del día 27 y destacó que de una superficie de 10.000 hectáreas de terreno tan solo se abatieran once, por lo que «non entendo a postura desta xente nin tampouco as súas protestas contra esta actividade».

Sin rabia selvática y sin control de la población de cánidos

Uno de los peligros del zorro es que es transmisor de la rabia selvática, por lo que se hace necesario controlar el número de animales por kilómetro. En España no existe esa enfermedad, que sí se mantiene en la Europa del Este, por lo que no existe ningún número máximo de zorros que haya que tener en cuenta para preservar la salud humana.

También pueden transmitir la sarna, al igual que otros muchos animales domésticos y salvajes que con los que la población de la comarca convive a diario. Sin embargo, se trata de una dolencia dermatológica que tiene un sencillo tratamiento y que es más fácil contraer de una mascota que de un zorro silvestre.

Por contra, más del 75 % de la dieta del zorro la constituyen ratones, importantes vectores de distintas enfermedades, y liebres, lo que podría resultar poco conveniente para las repoblaciones por parte de los cazadores.

El último estudio publicado en Galicia data de hace diez años

Según la ley de caza, todos los tecores deberían tener un plan rector, con estudios técnicos, sobre la población cinegética que hay en su zona, lo que permitiría saber si hay exceso y decidir cuántos ejemplares de cada se pueden matar. Las repoblaciones permiten hacerse una idea, pero en el caso del zorro no se sabe a ciencia cierta cuántos hay.

El último es del 2009 y fue editado por la Federación Gallega de Caza y realizado por Universidade de Santiago y la Xunta. Se podía en evidencia entonces que no hay forma de saber cuál es la población. Eso sí, todo el mundo coincide en que en Galicia no hay despoblación.

El aprovechamiento cinegético y peletero parecen ser, según, el informe de hace 10 años, los únicos valores del zorro, que tampoco causan grandes problemas a las actividades agropecuarias. La caza está autorizada por la Xunta de Galicia,