La cascada de O Ézaro no le debe nada al señor Adkinson

CARBALLO

Ana Garcia

APUNTES GEOLÓGICOS |  Escribe Juan Ramón Vidal Romaní | «Claro que, si hoy se puede ver la cascada en Ézaro del Xallas no es gracias a ninguna actuación especial de este señor. Evidentemente, se debe a la dureza excepcional del granito de O Pindo, que permite al río Xallas encajarse de forma tan espectacular en una roca tan dura»

13 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La impresión después de leer la magnífica entrevista de Jorge Casanova realizada a Mark Adkison es confusa. Por una parte, por esa premisa de que «Si hoy en día se puede ver la cascada del Ézaro en todo su esplendor es, entre otras cosas, por la denuncia que en su día interpuso Mark Adkinson (Hyde, Inglaterra, 1952)».

Claro que, si hoy se puede ver la cascada en Ézaro del Xallas no es gracias a ninguna actuación especial de este señor. Evidentemente, se debe a la dureza excepcional del granito de O Pindo, que permite al río Xallas encajarse de forma tan espectacular en una roca tan dura. Además, el hecho de que el río Xallas haya girado hasta 90 grados su cauce para obstinarse en atravesar el macizo de O Pindo se debe a la tectónica del Terciario, que hace 64 millones de años hizo levantarse toda Galicia creando la espectacular Costa da Morte y, en general, toda la costa gallega.

Si no hubiera sido por la historia geológica de Galicia este señor no podría presumir de nada. Vamos a ser muy duros, pero las declaraciones que vierte este entrevistado -que no deja de ser un británico que pesca truchas y que ahora ha transformado en pesca sin muerte- pues, que vamos a decir, más o menos equivale a aquella frase turística en boga el siglo pasado que decía: «Galicia ten gaitas, sardiñas e rapaciñas». Una pura y almibarada banalidad que tanto gusta a personajes como este.

El que Villar Mir dejase ese caño prostático en el que ha transformado el río Xallas -un magnífico río que era- se debe a la ley que exige que se respete un caudal ecológico y el cumplimiento de la ley no fue más que el resultado de una campaña de ciudadanos que viven en Galicia y que se empeñaron en mostrar la singularidad del río Ézaro. Al final, un empresario más empeñado en transformar Galicia en una cantera vacía obedeció a la ley que hablaba del agua que debía llevar el Xallas, y que no llevará nunca por muchos esfuerzos que haya hecho este señor.

Todos los ríos de Galicia son parte de nuestra historia geológica y todos han sido alquilados o regalados a compañías multinacionales que no entienden más que de ganar dinero, cuanto más puedan mejor. Los mejores embalses gallegos son los que no existen. Y desgraciadamente, con o sin Adkinson, nunca los recuperará Galicia hasta que la ultima presa sea derribada. Esa si que sería una buena Transición Ecológica, señora Ministra, y no cerrar de golpe dos centrales térmicas y enviar al paro a miles de trabajadores.