Los empresarios no decidirán hasta la semana próxima si reabren el faro Vilán

Marta López CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

BASILIO BELLO

Quedan todavía, dicen, muchos aspectos por solucionar

03 feb 2022 . Actualizado a las 11:55 h.

Aún habrá que esperar unos días más para conocer si la Asociación de Empresarios de Camariñas decide o no continuar al frente de la gestión del mítico Faro Vilán, algo que llevaba haciendo varios años hasta que la semana pasada se supo que la Autoridad Portuaria había decidido extinguir el acuerdo de autorización con la entidad. Con sus pertenencias ya retiradas y con el inmueble cerrado al público, el Concello anunció entonces que, tras contactar con la Administración propietaria del faro, todo se había debido a un «problema burocrático» y que la asociación podía seguir ocupando el espacio. También se ofreció el ejecutivo local a asumir el coste que acarrease volver a trasladar todo el material al inmueble.

Ante el cambio de tesitura, los empresarios se reunieron este lunes para hacer una primera valoración de lo sucedido, aunque sin resultados concluyentes, y el martes se juntaron con el Concello para seguir abordando el asunto. Tampoco se tomó ninguna decisión definitiva, tal y como explicó la presidenta de la asociación, Olga Campos, ya que todavía quedan algunos flecos que atar antes de determinar si vuelven o no a hacerse cargo del mítico espacio.

El principal escollo es el económico. La entidad ya manifestó muchas veces lo necesario que es el respaldo de las Administraciones para la prestación de este servicio y para mantener abiertas las puertas de una de las atracciones más visitadas cada año en la Costa da Morte. Dado que todavía no se ha decidido cobrar aunque sea una cantidad simbólica por la entrada, los empresarios dependen enteramente de una subvención (en este caso, de la Diputación de A Coruña) para no tener que poner de su bolsillo el dinero del alquiler y de la contratación de personal de atención.

Y mientras no esté confirmada la concesión de esa subvención, la entidad no decidirá si retomar o no la actividad. Esperan poder tener una respuesta de cara a finales de la semana que viene, aunque tampoco corre prisa, ya que por estas fechas el faro ya solía cerrar en otros años por temporada.

«Fixemos máis de duascentas actividades e investimos máis de 100.000 euros», dijo hace apenas unos días Olga Campos, sin olvidar los puestos de trabajo que durante este tiempo han creado. Uno de ellos fue el de la zasense Tania Carreira, que durante varias campañas recibió a los miles de turistas que se acercaron hasta el mítico enclave. «Ter faros como o Vilán ou o de Fisterra pechados é unha atrocidade», opinaba estos días Manuel Vilar, que participó en la primera musealización del espacio y describió, junto con Xosé María Lema, las características de este espacio en una pionera publicación divulgativa sobre los faros de la Costa da Morte (2001). Aunque las gestiones van más o menos encauzadas, al de Fisterra todavía le queda mucho para reabrir sus puertas y aún hay que ver el alcance del deterioro sufrido en estos años de cierre, un aspecto que también preocupa en Camariñas, ya que este tipo de estructuras necesitan de un mantenimiento continuado y se ven especialmente perjudicadas por la inactividad.