«Esfórzanse moitísimo en aprender o idioma e non queren vivir da beneficencia»

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Llegaron ayer a Corme los primeros refugiados ucranianos en la Costa da Morte, que se repartirán en tres viviendas alquiladas

22 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Proceden de Járkov y del entorno de Kiev y el viernes fueron recogidos en la ciudad polaca de Rzeszów, cerca de Leópolis, en dos furgones guiados por comerciales de la panificadora Mencer. El viaje fue organizado por la fundación del mismo nombre, que preside el cormelán José Ramón Dourado. Ayer por la tarde llegaron a Corme, donde residirán, en principio, los próximos seis meses, repartidos en tres pisos alquilados por la entidad y con ayuda de la asociación de vecinos Eduardo Pondal.

Pasaron la noche del domingo alojados en un hotel en A Coruña porque habían llegado a Galicia demasiado tarde y pasaron la mañana de ayer iniciando los trámites legales necesarios para poder quedarse un tiempo y ponerse a salvo de la guerra.

José Ramón Dourado asegura que no tardarán mucho en poder hacerse cargo de sí mismos. «Esfórzanse moitísimo en aprender o idioma e non queren vivir da beneficencia», explicó. El único problema que le ve es que terminen como él cuando se fue a estudiar a A Coruña. «O único que pode pasar é que acaban falando castrapo», dijo.

La intención de seguir trabajando por Ucrania, estando a salvo en Corme, se demuestra porque pidieron un par de ordenadores para poder seguir con sus empleos. No ha habido problema para facilitárselos, pero se han encontrado con la dificultad de que los teclados no sirven y tardarán un poco en encontrar unos para poder escribir en ucraniano, que es una lengua eslava.

A Corme han llegado dos unidades familiares y otros tres adultos. Solo hay un hombre en el grupo, un señor mayor con problemas de movilidad, lo que le ha permitido salir del país. Ha viajado con su esposa, una hija y dos nietos. En su país han dejado a otros cuatro miembros de la familia que se han tenido que convertir en combatientes y con los que intentan estar en contacto dos veces al día.

Además hay una madre con dos hijos y una sobrina, que estarán en un piso, y un trío formado por dos primas y otra mujer. La ANPA de As Forcadas ya ha sido informada de que hay tres niños en edad escolar y realizará los trámites para que puedan ir al colegio. «Para eles é moi importante que os nenos vaian a clase. O que non queren é ter tempo libre», explica José Ramón Dourado, que en todo momento estuvo en contacto con la entidad AGA Ucraína, con sede en A Coruña, que fue la que seleccionó las familias. Además ayudará a la integración desplazando dos días a la semana a una intérprete que ofrecerá un curso intensivo de español, con clases dos veces a la semana.

ANA GARCIA

En Corme, la vida de estos ucranianos cambiará notablemente, pero no solo la de ellos. Ya lo ha hecho para José Ramón Dourado y los comerciales de la panificadora Mencer que él dirige, con el viaje a Polonia con ayuda humanitaria y el regreso con los refugiados a Galicia.

Cambio de estructuras

«Fixeron que cambiaran algunhas estruturas que temos. Aprendes a darlle valor a cousas que antes non vías. A maior parte destas persoas teñen estudos e tiñan traballos importantes e dun día para outro cambioulles todo», explicó José Manuel Dourado. Lo que más recuerda del viaje es el «silencio absoluto que houbo o primeiro día no coche», pero también las ganas de aprender a comunicarse que tuvieron poco después. Ayudó el hecho de que varios de los refugiados hablaran inglés.

Desde ayer por la tarde cada núcleo de convivencia se encuentra ya en los pisos alquilados, que tienen todo lo necesario para vivir, incluidos los alimentos necesarios. Además, por la mañana, además de trámites realizaron algunas compras de la ropa más necesaria en un centro comercial de A Coruña, ya que algunos de ellos apenas llevaban mudas suficientes. José Ramón Dourado cuenta con que la integración del grupo será rápida.