Cerca de una veintena de niños saharauis ya llegaron a la Costa da Morte

melissa r. s., c. a. REDACCIÓN / LA VOZ

CARBALLO

PACO RODRÍGUEZ

Las primeras impresiones: «O momento da ducha foi difícil porque a nena tíñalle medo»

18 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Unos 280 niños saharauis de 8 a 12 años aterrizaron ayer en el aeropuerto de Vigo para pasar el verano en Galicia con familias de acogida. Una veintena de ellos se vendrán para la Costa da Morte y para otros municipios cercanos. Son en este caso, jóvenes que viajan por vez primera con el programa Vacaciones en paz que promueve la oenegé viguesa Solidariedade Galega co Pobo Saharaui.

Los saharauis que se asentarán hasta principios de septiembre en la provincia coruñesa, unos 80, según apuntó la delegada de Sogaps en la comarca, la malpicana Eva Lema, viajaron en buses habilitados desde Peinador hasta el Multiusos de Sar, en Santiago. Allí fueron entregados a las familias con las que compartirán la experiencia, que en la zona son mayoritariamente primerizas en estos menesteres. Por ello, para agilizar la adaptación, les son asignados los menores de edades más tempranas.

Todos los jóvenes llegaron en dos vuelos a las 9.00 y a las 12.30 horas, ambos con retraso de dos horas. Es una cifra, tanto la total como la correspondiente a la Costa da Morte, superior al anterior dato, asegura Eva Lema. El programa se recupera de las restricciones vividas con la pandemia.

El aterrizaje se vivió con emoción, pero también hubo lágrimas de recuerdos y miedos. Eso le ocurrió a Salma, niña de 8 años, que vivirá estos meses con la delegada de la agrupación benéfica en Malpica. Eva Lema es veterana en estas lides. En cambio, para la joven, supone su primera salida de Argelia.

Todos ellos proceden del campamento de refugiados de Tindouf. Este se encuentra en la zona de la Hamada, cerca de la frontera argelina-saharaui, donde en verano se superan los 50 grados de temperatura.

«Ela é a máis grande de catro irmáns. Cando se acordou deles, púxose triste», explicó la malpicana. «O momento da ducha tamén foi difícil porque lle tiña medo», añadió. El idioma es otro factor a tener en cuenta: «Algún que xa veu noutra ocasión si que fala algo, pero no caso da miña, nada».

Hubo representación institucional en Vigo para recibir a los jóvenes. Acudió el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda. Hasta la capital compostelana se desplazó la conselleira Fabiola García.

Fue una jornada agotadora, sobre todo, para los saharauis, que hicieron doble escala.

Este programa fue una petición expresa del gobierno de la República Árabe Saharaui Democrática para que los pequeños tengan la posibilidad de conocer formas distintas de vida y que mejoren sus conocimientos. Es una experiencia gratificante para todos, asegura Lema.