Ocurrió a 42 kilómetros de las Sisargas, a 7 kilómetros de profundidad
05 sep 2023 . Actualizado a las 10:35 h.El Instituto Geográfico Nacional (IGN), detectó ayer por la mañana, a las 7.14 horas, un seísmo de magnitud 2,5 al norte del municipio de Malpica. Ocurrió muy cerca de donde ya se produjo otro el pasado 12 de agosto, y curiosamente con la misma intensidad en los dos casos: 2,5 en la escala de Richter. La diferencia es que el anterior tenía su epicentro a solo un kilómetro de profundidad bajo el mar, mientras que el de ayer lunes estaba, en su epicentro, a siete kilómetros de fondo, situado a unos 42 kilómetros al norte de las islas Sisargas.
En las últimas semanas se han producido diversos temblores en el litoral próximo a la Costa da Morte, además de ese en la vertical de Malpica. El 6 de agosto, por ejemplo, fue localizo un temblor de magnitud 3,4 mucho más lejos, a 203 kilómetros al oeste del Cabo Fisterra, y a una profundidad de 22 kilómetros, con una magnitud de 3,4. Fue de madrugada, sobre las tres menos veinte, y dos días antes se percibió otro seísmo de 2,1 en A Estrada.
Pero el mayor de todos en poco más de dos meses tuvo lugar el 24 de junio a 225 kilómetros al oeste de Fisterra, y en un lugar muy profundo, a 50 kilómetros. De ahí que, pese a tener una incidencia elevada, 4,6 grados, no hubo ninguna incidencia ni llamada de alerta, según apuntaron en aquel momento desde el 112.
Sobre este seísmo, el geólogo Juan Ramón Vidal Romaní comentó en aquel momento: «La situación geológica del sismo está próxima al punto triple formado por la unión entre tres placas (Norte América, Eurasia e Iberia) con las que se inició la apertura del Atlántico hace 80 millones de años. La estructura es poco activa eppur si muove (como decía Galileo). Y para algunos geólogos, entre los que me incluyo, es la prueba de que la costa norte de la Península Ibérica es un borde de subducción, latente, aunque temporalmente retenido. Ha dado lugar en tierra al levantamiento de la Cadena Cantábrica, incluido el Cabo Ortegal; la formación de la Rasa y, lo que más nos inquieta, a estos episodios que son los que más aproximan la costa gallega a un escenario de tsunami. Afortunadamente la profundidad del epicentro bajo esa lámina de agua de 5 kilómetros parece que se han quedado solo en un susto».