El cambio climático o la despoblación rural, en el centro del debate comunitario de regiones y ciudades

Santiago Garrido Rial
S. G. Rial BRUSELAS

CARBALLO

SANTI GARRIDO

Llegan grandes desafíos, de los que alerta el Comité Europeo, que celebra en Bruselas su encuentro anual

09 oct 2023 . Actualizado a las 22:49 h.

«El estado de las regiones de Europa es el estado de su pueblo». Lo dijo esta mañana, en el Europarlamento, en su sede de Bruselas, Vasco Alves Cordeiro, que es el presidente del Comité Europeo de las Regiones, tiene 50 años y es natural de la isla de San Miguel, donde está la capital de las portuguesas Azores, Ponta Delgada. Es, por tanto, de una zona ultraperiférica, en la que sus ciudadanos tienen más riesgo de sentir más ajena la pertenencia a la UE o de padecer desigualdades, uno de los grandes enemigos del espacio común. Para evitarlo (y para muchas más cosas), trabaja el Comité, que más o menos es la voz de los ciudadanos ante las principales instituciones comunitarias, el Consejo, la Comisión y el Parlamento.

Qué es

Cada año, sus integrantes celebran una asamblea, que ya va por la 157 (funciona desde 1994), integrada en la Semana Europea de Ciudades y Regiones, que suma 21. Empezó hoy lunes en Bruselas y durará hasta el jueves, con multitud de conferencias, actividades, reuniones, presentaciones... Todo, en varias dependencias. Hoy por la mañana, en las de la Comisión Europea, y por la tarde (el concepto tarde en buena parte de Europa empieza a las dos) en el Europarlamento. Y ahí están, entre otros muchos asistentes, los 329 miembros del Comité, de los que 21 son españoles, 17 de cada Comunidad y Ceuta y Melilla, y el resto como representantes de entidades locales, empezando por la Femp. Debatiendo de todo, pero con especial hincapié en la innovación y los nuevos retos, y siempre desde posición de altavoz, porque su capacidad decisoria es poca. De apretar, de influir, de alertar, pero no de legislar.

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Vasco Alves habló, mañana y tarde, acompañado por la comisaria de Cohesión y Reformas, Elisa Ferreira, economista de Oporto Primero, ante la prensa (una buena parte en portugués, ante las preguntas de representantes lusos), y después, ante el plenario. Y aprovechó para presentar el informe anual de la UE sobre el estado de las regiones y ciudades, que habrá que analizar estos días para, el miércoles, aprobar las correspondientes resoluciones.

Hay varios temas candentes, empezando por los retos que plantea el cambio climático, uno más de los muchos desafíos con los que tienen que lidiar gobiernos locales o regionales. «Las regiones y municipios han estado en la línea de frente de la gestión de un número creciente de crisis». A la ayuda, reconstrucción y recogida de refugiados de Ucrania le dedica un amplio capítulo. Pero el clima está teniendo una decisiva influencia en el día a día y la tendrá en los próximos años. Sequías o inundaciones que agravan las crisis alimentarias, inciden en el desplazamiento del turismo hacia el norte, agravan los incendios forestales. Los gobiernos locales, los de primera línea de batalla, carecen de mecanismos específicos para hacer frente a ello, y en esa vía de mejora hay que trabajar.

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También en el proceso de un desarrollo sostenible, dando a conocer, más y mejor, las oportunidades de financiación de los fondos de cohesión. Cada euro gastado genera 2,8 de PIB adicional, pero eso, o no se sabe, o se sabe mal, incluso por la necesidad de simplificar procesos. La burocracia genera desconfianza y alejamiento. Incluso los tan mencionados NextGeneration están lejos de llegar a la participación de los agentes locales. 

El informe del Comité alerta del reto de la transición digital, de la vulnerabilidad de los ataques informáticos a los que ayuntamientos o regiones no pueden enfrentarse con eficacia y preparación. Y al de la ecológica, urge respaldar a  zonas en la que se pierden puestos de trabajo por el cierre de centrales de carbón. La «ecologización» de las ciudades, necesaria, tiene consecuencias que se han de atender. 

Dramático es el dato de que, dentro de diez años, en el 2033, treinta millones de personas hayan desaparecido de las zonas rurales de Europa en comparación con 1993. Lo explica en informe y también lo puso sobre la mesa Alves Cordeiro, aumentando además el envejecimiento. Por tanto, en esos lugares bajarán las inversiones públicas y el estancamiento o declive parece el siguiente paso, «una amenaza para la democracia europea». Más que nunca, el presidente hace un llamamiento mantenerse fieles a los valores de solidaridad, igualdad, da justicia social y el respeto por la dignidad humana.

Galicia

Galicia, como en años anteriores, juega un papel destacado dentro de las actividades de esta reunión, especialmente a través de la Fundación Galicia Europa. Mañana martes, por ejemplo, se abordará el papel de los entes subestatales en el desarrollo de la agencia artificial. con el ejemplo de la ley autonómica que está elaborándose. Y también las estrategias en las que trabaja Galicia para dinamizar su industria y adaptarla a los modelos verdes. Además, los asistentes podrán conocer cómo trabaja con Portugal para la FP Dual en la zona transfronteriza, entre otros temas. Jesús Gamallo, director xeral de Relacións Exterior e coa UE, representa a la Comunidade en este foro,`en una Bruselas tranquila, silenciosa, amable y con unas temperaturas tan poco usuales para la época, aunque lejos de las de Galicia.