18 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.
La solidaridad siempre es una fiesta, y más si se concibe como tal. La gala vimiancesa es el clásico ejemplo de que una convocatoria destinada a la entrega crea uno de los momentos más felices del año entre quienes participan, arriba y abajo del escenario. Una fecha marcada en el calendario con la palabra compartir. Es una celebración cargada de satisfacciones. Lo de menos es la cantidad. El resultado está en la proximidad y en la unión frente a la necesidad. Y recordar: «Nadal é todo o ano».