La psicología da un paso adelante en la Costa da Morte

Santiago Garrido Rial
S. G. Rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

ANA GARCÍA

Especial salud | Una clínica larachesa ahonda en el «neurofeedback». Un gabinete de Baio aúna soluciones clásicas y más innovadoras

02 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En la Costa da Morte, la atención psicológica ha dado pasos de gigante con respecto a, por ejemplo, veinte años atrás. Un buen ejemplo es la clínica de Vanessa Andrade Lema, en la calle Lino Gómez Canedo, de A Laracha, donde lleva, junto a una compañera, tres años, tras haber trabajado en A Coruña. Además de tareas como la psicología perinatal, con todo lo que eso conlleva en el antes y el después del embarazo, y obviamente del trabajo clásico, si algo la distingue es la especialización en la técnica del neurofeedback, tal vez aún no muy conocida en la zona, pero que sorprende por sus resultados.

Vanessa es, además, secretaria de la Sociedad Española de Bio y Neurofeedback (Sebine), donde se explica este mecanismo: «Utiliza dispositivos de monitorización para proporcionar al individuo información instantánea sobre el estado de su funcionamiento fisiológico. La característica que distingue al neurofeedback de los otros tipos de biofeedback es su focalización en el cerebro y en el sistema nervioso central. Sus fundamentos se enraízan en la neurociencia básica y aplicada, así como en la práctica clínica basada en datos». Añade: «Es un tipo de biofeedback que actúa directamente sobre la función cerebral. Consiste en un registro de la actividad eléctrica cerebral (electroencefalograma). La señal, una vez analizada digitalmente, nos permite observar la actividad general del cerebro y nos proporciona datos sobre el funcionamiento y las conexiones entre las distintas áreas cerebrales». Y mediante su procesamiento, se pueden diseñar programas de tratamiento individualizado, reforzando determinados tipos de actividad e inhibiendo otros.

Hay protocolos de intervención, muy estudiados, pero también se pueden individualizar. Se valora cada caso, no es invasivo, no hay efectos secundarios. Y se usa en numerosos trastornos: accidentes cerebro-vasculares, adicciones, ansiedad, apnea del sueño, autismo, bruxismo, daño cerebral muy localizado, déficit de atención (TDAH), demencias (alzhéimer, párkinson...), depresión, dolor crónico, apnea del sueño, estrés, epilepsia, narcolepsia, trastornos del desarrollo, y muchos otros.

En Baio, en la calle Romero Lema, 72, Tania Rojo tiene su gabinete de psicología desde hace diez años, que también incluye logopedia. Su trabajo se centra «en el campo de la promoción de la salud bajo perspectivas tradicionales como la cognitivo-conductual, o más innovadoras como la sistémico-familiar». Para todas las edades, y centrada en soluciones. Formada en Estados Unidos, aborda todo tipo de problemas, y algunos son más habituales que otros: ansiedad, depresión, principios de demencia, terapias de pareja... Cuenta Tania que no percibe muchas diferencias entre los cuadros que presentan los pacientes de zonas rurales a otros de ciudades. «Puesto que cada persona es única, el proceso terapéutico siempre es personalizado y adaptado. Trabajamos desde las normas morales y visión del mundo del consultante, nos centramos en conocer y comprender el problema», señala.

Ana Garcia

El centro Aurum de Zas aspira a una residencia

En Zas, en la zona de O Pinar, funciona desde finales del 2018 un centro de día privado, Aurum, que da servicio a usuarios de buena parte de la Costa da Morte y de Xallas (Santa Comba aporta muchos).

Fue toda una apuesta empresarial y social que tuvo que luchar, entre otros aspectos, contra la falta de costumbre de una asistencia de este tipo para las personas mayores y, sobre, todo, contra la pandemia, que llegó justo cuando arrancaba. Ahora, con buena actividad, y con esperanza de poder ir a más, con mayores prestaciones. Una de ellas, y no pequeña, sería la construcción de una residencia en la parte superior. No es algo inmediato, sino a medio o largo plazo, pero los trámites son largos y los responsables han empezado con ellos, como explica el gerente, David Villar. Daría un amplio y demandado servicio dada la alta necesidad y poca oferta de plazas. Y mientras, el centro de Zas seguirá como hasta ahora, con capacidad para 60 plazas, pero con el objetivo de 40 (ahora tienen 34 usuarios), «para garantir unha mellor calidade no servizo, cunha ratio de persoal moi elevada», que ahora está en un trabajador por 4,5 usuarios.

Además, no se trata solo de trabajar en el centro, sino que hay que llevar y traer a sus ocupantes. Y para eso Aurum tiene tres furgonetas que cada día hacen un promedio de 500 kilómetros, pues los destinos son muy diversos, incluso de más de 50 kilómetros.

Villar destaca el «compromiso social» de mantener activo un centro así, que se aleja bastante de un modelo de negocio boyante, pero como contrapartida sirve para crear empleo y ofrecer prestaciones de cuidados a decenas de familias. Además de la mera estancia se programan algunas salidas, pero no excesivas, dada la dependencia de algunas personas. Y en celebraciones típicas, como el entroido, también se llevan a cabo actividades de ocio, por variar las rutinas diarias.